Mientras Carabineros da protección a la denunciante —a la que se le han otorgado también otras herramientas para su resguardo—, los hechos en la investigación que dirige la Fiscalía Metropolitana Centro Norte por un posible delito de violación, que involucra al exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve, va tomando forma.
Así lo revelan los antecedentes que el fiscal jefe de Santiago, Francisco Jacir, presentó ante el 7º Juzgado de Garantía de Santiago para obtener autorizaciones que permitieron la realización de una serie de diligencias, cuyos resultados se han ido incorporando a la causa, aunque todavía hay algunos pendientes.
El persecutor dio cuenta al tribunal, el 15 de octubre recién pasado, de la denuncia de una mujer (32) que "trabaja en el Ministerio del Interior, con el subsecretario Manuel Monsalve y que afirma que, con fecha 21 de septiembre, el subsecretario la contactó mediante mensajes, a través de la aplicación Signal, citándola a una cena para el día siguiente (22 de septiembre) en el restaurante Ají Seco Místico, ubicado en calle Enrique Mac Iver, comuna de Santiago", se lee en un documento judicial.
Luego, Jacir continuó detallando antecedentes reunidos en las primeras pesquisas. Entre ellos, "declaraciones, videograbaciones, pantallazos de aplicaciones", consigna la resolución del juzgado, los que —en su opinión— "ubican al imputado en el sitio del eventual crimen".
Contactos tras presunta agresión sexual
Entre las pruebas obtenidas en la indagatoria, que encabeza el fiscal regional metropolitano Centro Norte, Xavier Armendáriz, está la recuperación de videos que dan cuenta de las rutas del indagado y la víctima, y su ingreso y salida del hotel Panamericano, donde vivía Monsalve, entre el 22 y el 23 de septiembre, días en que se habría cometido la agresión sexual, de acuerdo al relato de la denunciante.
La mujer también indicó al Ministerio Público que "con fecha 24 de septiembre de 2024 refiere lo ocurrido a compañeros de trabajo", los que identifica con nombre y apellido. Parte de esos antecedentes se conocieron en la audiencia que se realizó la semana pasada en el tribunal, pero hay otras informaciones en la causa que hasta ahora eran desconocidas.
Estas últimas dan cuenta de los intentos que habría realizado Monsalve —por sí mismo o a través de terceros— por contactar a la asesora de la Subsecretaría de Interior después de los presuntos delitos ocurridos en el hotel Panamericano, dado que ella había pedido una licencia médica y no volvió a la repartición pública. De estas fallidas comunicaciones se habría obtenido evidencia.
Los investigadores han obtenido pantallazos de una aplicación de mensajería, que no corresponde a la plataforma de Signal, los que se habrían perdido, pues los chats se autodestruyen.
Cuando el tribunal autorizó la incautación hace unos días atrás, tanto de los dispositivos electrónicos de Monsalve como de otra evidencia que pudiera hallarse en el sitio del suceso, se incluyó "la incautación de todo tipo de equipo de comunicaciones electrónicas que el imputado pueda tener consigo".
Botón de pánico para ayuda policial
El impacto y temor que generó en la víctima la situación denunciada, según ha dicho al Ministerio Público, la mantiene bajo protección de la fiscalía y, en ese marco, se pidieron medidas a su favor que están a cargo de Carabineros.
Una de ellas es el resguardo de Carabineros. Por estos días se hablaba de posibles rondas preventivas, pero una de las medidas principales es un "botón de pánico", que consiste en un teléfono al que pueda llamar en caso de sentirse amenazada.
En el tribunal la querellante y abogada de la denunciante, María Elena Santibáñez, abordó la relación profesional asimétrica de Monsalve con la asesora, factor que, a su juicio, era relevante en estos tipos de agresiones y en el desarrollo de una investigación.
En ese sentido, dijo: "En este caso, probablemente como en ningún otro, considerando las características del imputado, el poder que ejercía en nuestro país y que sigue ejerciendo, y además las características de la víctima que represento, que corresponde a una persona que era subalterna del imputado y además una persona que está en una situación de bastante vulnerabilidad en este momento, quisiera señalar que resulta más o menos manifiesto las posibilidades que el imputado pueda obstaculizar la investigación, toda vez que hay antecedentes claros, que han sido señalados por el señor fiscal, de que ya ha hecho gestiones en ese sentido, que tiene que ver con el tema de las cámaras, las que se nos indicó fueron retiradas por personal de inteligencia, que estaba bajo la dirección del imputado".
En este caso se conocieron los contactos frustrados con la víctima vía mensajería, pero también que detectives de la PDI llegaron —a petición de Monsalve, según la fiscalía— hasta su domicilio para tratar de hablar con ella, antes que presentara la denuncia contra la exautoridad. Lo último, dijo Armendáriz en una audiencia judicial, relacionado con una reacción de Monsalve ante una entonces posible denuncia por violación, que finalmente se concretó el 14 de octubre.
