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El estado de los pasajeros y sus conversaciones: la declaración completa del taxista del caso Monsalve

La versión del conductor es una de las evidencias en el eje de la causa y este martes el tribunal debería resolver si decreta o no la prisión preventiva del exsubsecretario.

16 de Noviembre de 2024 | 19:45 | Por Lorena Cruzat, El Mercurio
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La declaración del taxista, que la noche del 22 de septiembre pasado trasladó al exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve y la asesora de la cartera que lo denunció por violación y abuso sexual, fue una pieza clave en la formalización del imputado detenido esta semana.

El conductor recordó ante la fiscalía la ruta, el estado de los pasajeros y sus conversaciones. Este medio accedió a su declaración completa. La versión de este testigo, junto con otras pruebas reunidas en la indagatoria, está en el eje del caso que, este martes, tendrá una jornada decisiva: el 7º Juzgado de Garantía resolvería si decreta o no prisión preventiva para la exautoridad.

Periplo por caso histórico y recogida de pasajeros


El taxista entregó su versión ante la Fiscalía Metropolitana Centro Norte y la PDI. Comienza contando cómo adquirió su automóvil, un Toyota Yaris del 2013, con vidrios polarizados, y que la noche del 22 de septiembre conducía por el casco histórico de la capital, cuando encontró a la pareja.

"Con respecto a lo que se me consulta, recuerdo que el día 22 de septiembre de 2024, que era un día domingo, me encontraba trabajando por el sector del casco histórico de Santiago y no recuerdo la hora exacta, pero debe haber sido tipo 00:20 horas, me dirigía por calle San Francisco hacia el sur y pasado la Alameda, por la misma calle San Francisco, a la altura de la numeración 22, una chica que se encontraba acompañada de un sujeto me hizo parar. Recuerdo que justo en esa numeración hay un night club, desconozco el nombre pero sí sé que es un lugar nocturno, ya que lleva varios años en esa numeración y tiene una luz azul afuera del local. Hago presente que no vi a las personas salir del local, solo hago mención que yo los tomé a esa altura de San Francisco", dijo.

Añadió que "la chica se encontraba acompañada de un sujeto mucho mayor que ella. A su consulta, debo indicar que no recuerdo mayores detalles de la vestimenta de ella, pero el sujeto tenía unos lentes, no recuerdo el color, traía un gorro tipo jockey, color negro y su ropa era oscura, no recuerdo el color".

También describió a los investigadores: "Cuando ella me hace parar, yo me estacioné por el lado derecho de la pista y ella cruzó la calle y, de manera inmediata, mete la mitad de su cuerpo por mi ventana del piloto y me intenta dar un beso, como a saludar, y me pide ayuda, señalándome que no se quería ir con el sujeto con el que estaba y, en ese instante, ella intentó besarme en la boca, lo cual yo no acepté y le dije que si necesitaba que la ayudara se subiera al auto en el puesto del copiloto, por lo cual ella, ya estando con la mitad del cuerpo por mi ventana, yo la tuve que ayudar a sentarse e ingresé el resto de su cuerpo por mi ventana, eso fue muy rápido. Hago presente que mientras yo estaba intentando ayudarla a subirse el sujeto con el que andaba ya se había subido al taxi por la puerta trasera, justo atrás de ella, a la altura del copiloto. El sujeto recuerdo que me solicitó que fuéramos hasta calle (domicilio de la mujer), no recuerdo el número específico, tampoco me señalaron algún departamento. Seguidamente tomé rumbo por calle San Francisco al sur, hasta Eleuterio Ramírez, hacia el poniente y mientras íbamos en esa dirección yo escuchaba su conversación y, en varios pasajes, ambos se trataron casi como amigos y mientras pasaba el tiempo se trataban de amor, entendiendo yo, en ese momento, que era una pareja".

Una parada en el domicilio de denunciante


La declaración del taxista es detallada. "Recuerdo —afirmó— que también la chica decía que idolatraba a su jefe, decía que nadie lo podía tocar y lo defendía. El sujeto que iba atrás, le decía lo mismo y confirmaba los dichos de la niña. También recuerdo que la niña le decía al sujeto que estaba mal, refiriéndose a que estaba ebria y el sujeto le decía 'yo estoy peor'. Hago presente que la chica se notaba como si hubiera estado drogada, estaba ida". Describió, asimismo que, en un momento, la mujer estaba muy mal y que él paró el vehículo en la intersección de Lord Cochrane con Alonso de Ovalle: "Comenzó a vomitar arriba de mi taxi y le dije al sujeto con el que andaba que la limpiara, ya que era su pareja o eso entendía yo, hasta el momento".

Según la versión del testigo, "el hombre se quedó en todo momento arriba del vehículo y yo me bajé a ayudar chica, le abrí la puerta del copiloto (...). También limpié el piso del taxi y los costados de la puerta. Seguidamente, me subí nuevamente al taxi y seguí conduciendo por calle Lord Cochrane hacia el norte y pasé la Alameda, tomé calle Amunátegui, hacia el norte y en un momento tomé una calle hacia el poniente, no recuerdo cuál pero debe haber sido Santo Domingo o Mario Kreutzberger para tomar Manuel Rodríguez hacia el norte y finalmente (...) hacia el oriente y finalizar el traslado en (calle de la denunciante), ya que en esa intersección estaba la numeración que ellos me habían pedido. En ese lugar finalizó la carrera y el costo del viaje fueron como $3.500 y el sujeto me pagó $20 mil debido a los inconvenientes del vómito de la chica, me dio $20 mil en efectivo".

También explicó que "al llegar al lugar ambos se bajaron del taxi y comenzaron a conversar y yo mientras me bajé del taxi y comencé nuevamente a limpiarlo, saqué las gomas del piso del copiloto y las limpié haciéndome un poco el tonto para ver qué pasaba porque me preocupaba un poco la chica y no sabía cómo ayudarla más. Hago presente que en ningún momento vi un forcejeo entre ellos, ni parte de la chica ni por parte del hombre, no obstante de repente él la tomaba del brazo, pero como para sujetar a la chica y ayudarla como a estabilizarse, ya que se notaba que ella estaba muy ebria. Pasados unos minutos y mientras aún limpiaba el auto ambos se me acercaron nuevamente y la chica nuevamente me señaló que no se quería ir con el sujeto, por lo cual le dije que se subiera al auto y yo mismo le ayudé a subir al asiento del copiloto y el hombre se sube nuevamente al asiento trasero. Ambos se subieron de manera voluntaria, no vi ni escuché que el sujeto la obligara a subir".


El hotel como destino


También detalló que "el sujeto me indicó que se encontraban confundidos en la dirección y me pidió que los llevara hasta calle Vicuña Mackenna, lo cual no me cuadraba en nada a lo que me había dicho anteriormente. Seguidamente yo seguí manejando por calle General Mackenna hacia el oriente, hasta el puente La Paz, y el hombre me pidió que fuéramos hasta un hotel que se encontraba en calle Huérfanos esquina Teatinos, no me dio el nombre del hotel, sin embargo, yo sabía que en esa intersección existía un hotel, pero desconozco el nombre".

"Seguidamente —relató—, mientras estaba en calle General Mackenna, a la altura del puente de La Paz, realicé un retorno en U, y tomé calle Balmaceda hasta Teatinos y seguí conduciendo hasta el hotel que se ubicaba en calle Teatinos con calle Huérfanos, como señalé anteriormente, llegando hasta el pasaje donde se ubica el hotel que esta unos 20 metros antes de Huérfanos por calle teatinos, no recuerdo el nombre del pasaje".

"Hago presente que cuando el hombre me pidió que fuéramos al hotel, la chica no dijo nada, no obstante y como dije antes, ella estaba muy ebria y se notaba que quizás estaba drogada, sumado a eso tampoco noté que la obligaron a hacer algo, lo único que me causaba ruido era que me dijera que no se quería ir con el hombre que, a todo esto, se notaba muy tranquilo, hablaba lo justo y necesario y solo daba las indicaciones a dónde ir y cuando conversó con la chica sobre su jefe en el trayecto", advirtió.

Además, el taxista sostuvo que "cuando llegamos al hotel ellos se bajaron y caminaron hacia la mitad del pasaje y yo me bajé nuevamente a limpiar mi vehículo y recuerdo que en la conversación que ellos tenían logré escuchar que ella le decía al sujeto que yo los acompañara al hotel. Hago presente que esta invitación la chica también me la hacía cuando yo iba manejando, me imagino que la chica lo decía para no estar a solas con él. Pasado unos minutos ya no los vi más en el pasaje, entendiendo que habían entrado al hotel, de hecho me acerqué a la mampara de entrada, pero ya no había nadie, por lo cual di la vuelta por Huérfanos y no los volví a ver y seguí mi camino, seguí trabajando. Cuando terminé ese trayecto el sujeto me volvió a pagar la suma de $20 mil".

"A su consulta, debo señalar que no puedo, no recuerdo específicamente la cara del sujeto por cuanto como señalé él estaba usando lentes y un gorro y también el taxi estaba oscuro en la parte trasera, ya que mis vidrios son polarizados. Tampoco podría reconocer que la persona que iba con la chica atrás en mi taxi correspondía al subsecretario Manuel Monsalve, no obstante, recuerdo que tenía la barba un poco crecida y un poco de color blanco pero no podría reconocer a la persona", finalizó el conductor.

También, expresó, "debo indicar que el hombre en todo momento era quien se encontraba en mejor estado que la chica a pesar de haber mencionado en un momento que se encontraba en mala condición. Por otro lado, soy malo para recordar las caras de las personas. Es todo cuanto puedo señalar".
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