El fiscal Maximiliano Krause.
Archivo, El Mercurio
Tráfico ilícito de drogas, obstrucción a la investigación, falsificación de instrumento público y receptación, entre otros.
Por esos delitos fueron
formalizados ayer los seis carabineros de San Felipe que habían sido detenidos la semana pasada y dados de baja de la institución.
El Juzgado de Garantía de Viña del Mar acogió la
prisión preventiva solicitada por la Fiscalía solo para cuatro de ellos. Por lo que el Ministerio Público apelará en los otros dos casos.
El fiscal Maximiliano Krause detalló cómo operaba la banda. "La primera de ellas es llevar a cabo implementación de técnicas de investigar no autorizadas. La Ley 20.000 establece, regula y prohíbe a cuaquier persona el adquirir drogas o sustancias sicotrópicas o estupefacientes. La única excepción que existe es cuando, en el contexto de una investigación de drogas, un fiscal del Ministerio Público autoriza a un policía o a un informante para que adquiera esa sustancia, si no es así, es un delito".
"La investigación, lejos de mostrar un error, lo que mostró fue que de manera sistemática estas personas, los seis funcionarios, a veces cuatro, a veces tres, a veces dos solamente, pero en a lo menos una decena de oportunidades, implementaron estas técnicas sin autorización de un fiscal, es decir fueron y buscaron personas que eran conocidas por ellos, normalmente personas en situación de calle, les encargaron la compra de droga y luego que le encargaron la compra de drogas en determinados lugares que estaban investigando, ellos recibían la droga que habían comprado y acto seguido llamaban a un fiscal diciendo que iban a iniciar diligencias, es decir, ocultándole que ya habían realizado gestiones, y ocultándole obviamente que habían entregado dinero a una persona civil para comprar droga", añadió el persecutor.
Otra forma de actuar de estos carabineros era que en caso de no hallar droga en un procedimiento, no escatimaban en "cargar" a personas y montar un procedimiento.
"Las medidas intrusivas lo que permitieron establecer luego fue que en los procedimientos ellos si no encontraban drogas, con droga que ellos mantenían almacenada en la unidad policial, que no es droga que estaba en la sala de custodia sino que droga que ellos tenían en su poder, cantidades que iban entre los 300 gramos y el kilo de droga oculto en sus casilleros, como ordinariamente se dice, 'cargaban' a las personas y el dinero que les incautaban, se lo apropiaban", añadió Krause.
Durante las pesquisas se estableció que si en los procedimientos no encontraban drogas, utilizaban la que mantenían almacenada en la unidad policial, en cantidades que iban entre los 300 gramos y el kilo y que ocultaban en sus casilleros.