La noche del viernes 15 de noviembre, y justo en el plazo límite, el Gobierno anunció la salida de José Montalva como delegado presidencial regional de La Araucanía. En su reemplazo
asumió Eduardo Abdala.Hasta esa fecha era director de Aguas en la región. "Arquitecto de la Universidad de Chile, fue administrador municipal de la comuna de Perquenco, concejal de Temuco, seremi de Educación y de Planificación en la región y coordinador nacional de programas en Conadi", consignó el Ejecutivo.
Tres semanas después,
molestia e incomodidad es lo que reina en La Moneda con la máxima autoridad del Gobierno en la complicada zona de La Araucanía.
La autoridad suma dos grandes impasses, por los que incluso ha tenido que salir él mismo y la delegación a aclarar sus dichos.
Dos días después de asumido, y en su primera aparición pública, Abdala dejó una duda. Se le consultó si para él en la zona había actos de terrorismo y su respuesta fue criticada e interpretada como un intento de eludir el tema.
"Más que mi postura sobre si hay terrorismo o no en La Araucanía, soy un convencido de que hay acciones que generan terror en la ciudadanía, pero están acotadas" y agregó que "hay que analizar cada caso en su mérito y no podría generalizar sobre el tema".
Esto le trajo grandes cuestionamientos y tuvo que aclarar sus dichos. Aludiendo a poco manejo comunicacional, señaló a Emol que "yo soy de los que creo que efectivamente en esta región han habido actos de terrorismo. Lo que pasó el otro día lo dije de una forma distinta".
Esa vez llegó un
llamado telefónico desde Interior. "Se pensó que como llevaba tan poco tiempo, estaba interiorizándose bien del tema, que había que darle tiempo. Pero lo de ayer fue aún peor", relatan desde el Palacio de Gobierno.
"Diálogo" con la CAM
Quienes están cerca del tema hacen referencia a sus dichos sobre no cerrar la puerta a dialogar con la CAM y grupos violentos. "Yo creo que lo primero que requerimos son gestos explícitos por parte de estas organizaciones de tener la
intención de conversar con un fin de verificar cuáles son sus demandas y a partir de eso ver hasta dónde el Estado puede hacerse parte de aquello... Yo no estoy hoy día en posición de definir si es que el gobierno o Estado no está dispuesto a conversar con la CAM".
El llamado esta vez fue directo de la ministra del Interior Carolina Tohá. "Le llegó un
fuerte tirón de orejas y la orden de que se debía sacar un comunicado aclarando lo que dijo. Se debía decir que hubo una mala interpretación de sus dichos", agrega una fuente del Ejecutivo.
Aparecieron las duras críticas de parlamentarios de la zona, que "no entiende que con los terroristas no se dialoga", "que es un cambio muy rotundo a lo que hacía Montalva", "que Tohá debe intervenir y sacarlo", fueron algunos de los cuestionamientos.
Y Tohá confirmó el llamado y que se debía aclarar. "Se sacó una aclaración por eso, porque la manera en que planteó, digamos, su concepto, que tenía como foco,
yo hablé personalmente con él, cuando se empieza a hablar de este conflicto, siempre está como el mensaje de la solución a los conflictos es el diálogo y no la violencia. Y en esas palabras terminó esta idea que no era lo que se quería decir y que no es lo que estamos haciendo como gobierno, además. Y por eso fue necesaria esa aclaración y creo que ha sido bien nítida la aclaración.
El gobierno no está en ningún diálogo con la CAM ni en este momento, ni en este momento hay ningún plan en ese sentido", sostuvo en T13 Radio.
Cruce de declaraciones con subsecretario de Defensa
Y hay más. Hoy en entrevista con el diario Austral de Temuco habla de que
"es bueno empezar con un desescalamiento del estado de excepción constitucional" en la zona "después del verano".
Justo un día después que el
subsecretario de Defensa, Ricardo Montero, estuviera en la zona y señalara que "este Gobierno va a poner toda la plata que sea necesaria para mantener el Estado de Excepción Constitucional.
Lo vamos a mantener mientras sea necesario".
"Denota desconocimiento absoluto de todo el proceso que se ha ido llevando a cabo en estos más de dos años y medio", apuntó un cercano a Montero.