Preocupación genera entre expertos el aumento de menores de edad vinculados con homicidios consumados y frustrados, en calidad de autores y víctimas. Datos de la fiscalía revelan que entre enero y septiembre del 2024 hubo 127 casos de niños y niñas de niños y adolescentes investigados como victimarios.
Mientras que en igual período del 2024 se registraron 94, lo que representa un aumento de más de 30%. El Ministerio Público puntualiza que estas cifras corresponden a "infractores entre 14 y 17 a la fecha de la comisión del delito". La tendencia al alza se repite en el mismo periodo de años anteriores. Por ejemplo, en 2022 los infractores sumaron cerca de 90. Frente a los números, Rosario Martínez, exdirectora del Sename, plantea que "
un aumento del 30% es bien preocupante y debería generar alarmas en todo el Estado. Todos estamos fallando si es que aquellos adolescentes están participando en pandillas. Es evidente al observar la cifra". Desde la Defensoría de la Niñez son más cautos ante la comparación. Su director, Anuar Quesille, sostiene que
"el análisis requiere seguir su observación en el tiempo".