Un nuevo debate se ha instalado en la opinión pública a raíz del proceso de compra de la casa del expresidente Salvador Allende. Y, lo cierto, es que aquello se ha dado al mismo tiempo en que el Mandatario Gabriel Boric ha visitado, de manera histórica, el Polo Sur, en el contexto de la Operación Estrella Polar III.
De hecho, este sábado el jefe de Estado abordó el conflicto desde la zona, explicando por qué se detuvo la operación para adquirir el inmueble ubicado en calle Guardia Vieja, Providencia.
Por "darse, justamente, una incompatibilidad respecto de la estructura de propiedad de esa vivienda en particular, se decidió detener la compra, hasta que ese problema sea eventualmente solucionado", dijo en primer lugar.
Luego, remarcó que "si eso no está solucionado, no se puede hacer la compra, porque en en Chile las instituciones funcionan. Acá, que no les quepa duda, y esto quiero decirlo de manera muy clara, nadie está buscando hacer ningún tipo de negocio, ni enriquecerse a costa del Estado. Eso jamás lo permitiría, jamás lo permitiría".
La propiedad, de la que son dueños la ministra de Defensa, Maya Fernández; la senadora socialista Isabel Allende; Carmen Paz Allende Bussi y Alejandro Salvador Fernández Allende, tendría un costo de 24.291UF, es decir, $933 millones, según señalaron desde el Ministerio de Bienes Nacional a Fast Check.cl. Y el objetivo de la compra, sería para convertirla en un museo, como "parte de un ejercicio de conservación patrimonial".
Ahora bien, considerando el contexto anterior, expertos en política analizaron si la situación ha opacado, o no, la expedición de Boric al Polo Sur.
La agenda del Presidente respecto a dicha visita se había instalado "con mucha fuerza", había una "narrativa para mostrar la importancia de este viaje", según comenta a Emol Marco Moreno, académico de la Universidad Central, y "eso podía tener un efecto importante desde el punto de vista de la percepción de la opinión pública".
No obstante, dice que "este error autoinfringido por parte de las autoridades del Ministerio de Bienes Nacional en primer lugar, pero después por toda la cadena de errores que hay en no haber puesto atención en lo que se estaba haciendo, en no haber tenido los controles de legalidad, pero también políticos respecto a la acción que se estaba tomando, lo que hacen es desviar la conversación justamente a este tema, y que el Gobierno y el Presidente no pueda capitalizar su viaje al Polo Sur, porque se enreda en la polémica y se instala como principal tema de conversación".
Mario Herrera, académico del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, sostiene por su parte que "no diría que lo empaña, pero sí desvía la atención mediática y transforma una semana que pudo ser de noticias positivas, en algo más bien mixto".
De todas maneras, cree que "el viaje al Polo Sur, si bien es muy relevante desde el punto de vista geoestratégico, tiene menos impacto en términos de política interna. Por tanto, la compra de la casa de Allende bien pudiera posicionarse como el tema central de la agenda pública".
Tomás Duval, académico de la Universidad Autónoma, asegura por su parte que "la ineficiencia e ineptitud del Gobierno quedan de manifiesto tanto en el caso de la visa Waiver y los nuevos pasaportes, como en la fracasada compra de la casa del expresidente Allende".
Lo que llama, además, la atención -continúa- "es que nadie asume responsabilidad no sólo porque corresponde a los miembros de un Gobierno, sino porque con esto comprometen directamente al Presidente de la República. En estos hechos sin filtro alguno hay ahí también un problema político".
Duval, de igual forma, destaca que Boric se convierta "en el primer jefe de Estado en llegar a esa zona, cuestión que trascenderá en el tiempo".
Una mirada distinta muestra Thomas Griggs, docente de la carrera de Administración Pública de la Universidad de O'Higgins (UOH), pues , a su juicio, "aun cuando ha habido atención y cobertura mediática en torno al caso, la visita del Presidente tiene en sí misma una gran relevancia, en materias científicas, diplomáticas y también política".
"El hecho que el Presidente y sus ministras/os tengan que comentar situaciones de la contingencia, es algo habitual, que efectivamente desvía el foco de la actividad central, pero no lo empaña ni le resta importancia", remarca.
¿Hubo un caso similar?
En noviembre pasado, cuando se realizó la gira por la APEC y la cumbre G20, se filtró la declaración del Presidente por el caso Monsalve, algo que tuvo alto impacto mediático. En ese sentido, aquella vez se le consultó a las autoridades de Gobierno si es que el viaje se había eclipsado por eso. Sin embargo, el canciller, Alberto van Klaveren, lo descartó.
¿Ocurre ahora una situación similar? Herrera precisa que "los presidentes normalmente buscan agenda de política exterior por dos motivos. Primero, posicionarse como líderes regionales o internacionales, asistiendo a cumbres y logrando acuerdos; y segundo, porque los temas de política exterior normalmente crean el sentimiento de unión y aumentan la aprobación presidencial".
De hecho, históricamente, dice que "los ministros de Relaciones Exteriores suelen encabezar los rankings de mayor valoración ciudadana. Por tanto, este tipo de casos o lo ocurrido mientras el Presidente estaba en la cumbre del G20 dificultan el segundo objetivo de estas instancias. Esto revela, además, una dificultad desde el diseño comunicacional de La Moneda para anticipar escenarios y para hacer que las noticias negativas precedan a las positivas".
En este mismo escenario, Griggs se aleja y advierte que "son situaciones radicalmente distintas, no son comparables".
"El caso Monsalve tiene implicancias graves, que involucraron a una autoridad pública en la comisión de un delito y con un manejo comunicacional del Gobierno cuestionable. En este caso, la situación es muy distinta, se trata de un hecho que estaba en estudio, y que se contuvo antes de generar consecuencias o una situación irregular. Es normal que a los mandatarios se les consulte respecto de la contingencia en sus viajes y no debería afectar las relaciones internacionales. De hecho, si se revisa la prensa internacional, uno encuentra una cobertura más bien amplia a la visita de Boric al Polo Sur, destacando el carácter político y sin referencias al caso", finalizó.
