Atentos a la definición que tomará la ex Presidenta Michelle Bachelet en marzo, están por estos días en el mundo político. Es que el tema genera incertidumbre no sólo en el oficialismo, sino que también en la oposición, pues de aceptar emprender una tercera candidatura presidencial cambiaría el panorama político.
Y si bien son varias las voces que auguran que pese a su alta popularidad, la competencia esta vez no sería tan fácil e incluso se arriesga a una derrota, otros ya se aferran a la idea de que compita nuevamente.
Ella por lo pronto se mantiene en silencio, sin dar pistas de cual será su decisión. Pese a que algunos personeros urgen porque el tema se zanje pronto.
El director del Centro de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo, Gonzalo Müller, explicó a Emol que "el silencio de Bachelet es absolutamente estratégico. Obliga a los partidos y al Gobierno a valorar y cuadrarse detrás de ella. Es un primer test de la voluntad real del Gobierno y sus partidos para que sea la candidata de unidad de la izquierda".
En la misma línea, el académico de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, Alejandro Olivares, consideró que "yo creo que el silencio de Bachelet es prudente en el sentido de que ella todavía está tomado la decisión, no hay apuro, más bien hay que ir tanteando y construyendo escenarios que me parece que eso es lo que está haciendo. Por tanto, creo que es un silencio bastante estratégico que da cuenta de que la decisión que yo tome va a ser bien reflexionada, en el sentido de que no sea a tonta y a loca, sino estratégicamente conversada con quienes corresponda".
El director de Criteria, Cristián Valdivieso, dijo a Tele13 Radio que el silencio de la ex Presidenta, "es un silencio bien estratégico porque ella maneja estratégicamente los silencios. Detrás de ese silencio como ingenuo o algo 'naive' que tiene la Presidenta, hay una leona política (...) Está administrando muy bien su silencio".
A su juicio, "la Presidenta no va a soltar la incertidumbre, porque la incertidumbre le da poder y porque la incertidumbre hoy en día también le conviene al oficialismo, porque pone en una situación compleja a la oposición de cara a sus propias candidaturas".
Los perjudicados
Hasta ahora, lo único claro es que su silencio tiene paralizada la competencia en el oficialismo, pues aunque ya hay nombres como los del diputado Vlado Mirosevic y su par Jaime Mulet, como abanderados, se mantiene la incógnita sobre el futuro de otros personeros como la ministra del Interior, Carolina Tohá.
Para Müller, "la primera víctima del silencio es la ministra Tohá, prácticamente le hace imposible posicionarse como candidata mientras Bachelet no se pronuncie. Pero algo similar ocurre con las candidaturas del PC y el FA. Quedaron desplazadas".
Olivares, en tanto, cree que "hay ciertos sectores del oficialismo que piden apurar la toma de decisiones, porque quieren iniciar lo antes posible el armar equipos, el definir estrategias parlamentarias, porque hay bastante en juego y efectivamente comenzar a posicionar rápidamente a Bachelet en las encuestas, más de lo que ya está. Una cosa es ser potencial candidato y otra cosa candidato real y ahí se genera una diferencia". Aunque piensa que todavía queda tiempo para ella.
Además, Olivares opinó que el silencio de Bachelet, "desordena también a la oposición. Yo creo que la gran perjudicada es la oposición, porque no sabe a quién golpear, no sabe contra quién ir, si contra el Gobierno que está iniciando sus últimos años o contra Bachelet o contra Tohá".
"También es complicado para la derecha y su negociación parlamentaria, los partidos de centroderecha más nuevos, por ejemplo, Amarillos, Demócratas que tienen una tradición vinculada a la Concertación y Bachelet, también les hace difícil la indefinición. Rincón, por ejemplo, si aparece Bachelet va a intentar acercarse a ella, aún cuando hoy día esté en la derecha", sostuvo.
Mientras que Müller apuntó que "para la oposición (el silencio de Bachelet) es una señal de alerta. Mientras en la izquierda prima el discurso de unidad, en la derecha reina la división y el fuego amigo. Ese contraste de mantenerse alimenta la idea en el actual gobierno de que aún tienen opciones para ganar en la elección presidencial de noviembre próximo".