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Drogas, deserción escolar y violencia: Los factores que empujan a un menor de edad a vincularse con el mundo delictual

El tema reflotó tras el homicidio cometido por adolescentes contra un francés en su casa en Chicureo.

09 de Marzo de 2025 | 07:08 | Por B. Olivares Nieto, Emol
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El francés vivía en un condominio de Chicureo.

Archivo, El Mercurio
Maniataron a su familia e intentó resistirse al robo en su domicilio. Ese fue el contexto en que se desencadenó, según la indagatoria del Ministerio Público, el homicidio de Weilmer Dimitri Adrián, ciudadano francés de 52 años, quien la madrugada del viernes 28 de febrero fue atacado por sujetos que irrumpieron en su vivienda, ubicada en el condominio Las Parcelas en Chicureo, comuna de Colina.

La banda criminal, integrada por menores de edad, entró al inmueble de la víctima a través una ventana cerca de las 3.00 horas, luego de cruzar un cerro del sector.

En el lugar, los sujetos -que portaban armas blancas y de fuego- amarraron a quienes se encontraban en la vivienda: a la víctima, su esposa, a sus hijos y a otra mujer, quien sería una trabajadora de la casa.
Ante esta situación, el hombre intentó resistirse al violento robo y defender a su familia, por lo que fue apuñalado a la altura del tronco y en la parte posterior del cuerpo.

Estas heridas luego le provocaron la muerte.

Después del ataque, los delincuentes recorrieron la casa recolectando objetos de valor, para posteriormente huir del lugar a bordo de dos vehículos de la familia. Sin embargo, pocas horas después, gracias al GPS de uno de los automóviles, fue posible la detención de los presuntos involucrados.

La fiscalía formalizó el lunes a cuatro imputados (un adulto y otros tres menores) por el delito de robo con homicidio. Si bien la policía detuvo a cinco imputados, uno de ellos quedó en libertad porque la investigación no reunió los antecedentes que acreditaran su participación en el hecho.
El Juzgado de Garantía de Colina acogió la solicitud del ente persecutor y decretó internación provisoria para los tres menores y prisión preventiva para el adulto.

Paula Cáceres, la viuda del ciudadano francés asesinado, dijo ante los medios que "nosotros no necesitamos una justicia ejemplificadora, necesitamos una justicia que le dé esperanza a este país, para que puedan dormir tranquilos, porque algo tan básico, simple y sencillo como dormir en la tranquilidad de nuestro hogar, nosotros el 28 de febrero como familia, la perdimos".

Este caso se suma al menor de 17 años -según manifestó el alcalde Sebastián Sichel- abatido en Ñuñoa la noche del miércoles, luego de supuestamente haber participado en una encerrona que derivó en un enfrentamiento a balazos con un funcionario de Carabineros que fue herido de bala y trasladado hasta el hospital institucional.

Análisis


Ante este violento crimen, autoridades debaten cómo se debe afrontar este tipo de casos penales.

La ex defensora de la niñez, Patricia Muñoz, detalló a Emol cuáles son los factores que propician, a su juicio, que un menor de edad se involucre con el mundo delictual.

"El vivir en contextos de violencia, donde de alguna forma los hechos delictuales son parte de la cotidianeidad y se instalan con cierta normalización, es un conflicto de influencia relevante", afirma como primer punto, enfatizando además a la "falta de Estado" en lugares donde el mundo delictual absorbe a los menores, ya que las instituciones deben "brindar espacios a niñas, niños y adolescentes para poder desarrollarse, alejados de estas situaciones que la delincuencia ha instalado en los distintos barrios del país".

A su juicio, la "exclusión escolar" es uno de los principales factores de riesgo para que los menores de edad inicien una carrera delictual. "Cuando los niños se encuentran fuera del sistema escolar (...) es un caldo de cultivo muy relevante para que las bandas criminales encuentren ahí ciertos espacios de seducción de estos jóvenes que finalmente no están en donde tienen que estar, que es en un colegio", apunta.

Precisamente, el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, abordó esta problemática durante la puesta en marcha al año escolar 2025. En un punto de prensa, realizado en Colina, comuna en donde fue asesinado el ciudadano francés, el secretario de Estado comentó que "el año 2024 terminamos con casi un 88% de promedio de asistencia, que es una clara señal de recuperación de un sistema educativo".

Explicó que antes de la pandemia de covid-19 el registro bordeaba el "89% promedio", sin embargo, en 2022 "no superábamos el 84% de asistencia promedio", calificando la cifra como "una cruda realidad".

"La tasa de estudiantes con inasistencia reiterada era excesivamente alta. Y eso, al final del día, redunda en que los estudiantes que interrumpen su trayectoria educativa son escolares que pierden oportunidades de desarrollo y de bienestar futuro", agregó. Por esa senda, destacó que los alumnos que abandonan el sistema educativo son menores que "potencialmente (...) pueden terminar en manos del crimen organizado", subrayando que debido a este peligro "es tan importante que todos los estudiantes tengan un lugar donde ir".

El subsecretario del Interior, Luis Cordero, dijo que los menores de edad se envuelven en delitos contra la propiedad. "Después de la pandemia, la participación de los menores de edad en determinado tipo de delitos comenzó a aumentar", enfatizando que el ilícito perpetrado con mayor frecuencia entre jóvenes que se asoman a cumplir la mayoría de edad es "robo con violencia o robo con fuerza. Y por eso es tan habitual verlos participar en los portonazos", dijo en diálogo con Mesa Central.

La exalcaldesa de Providencia y actual candidata presidencial de RN y la UDI, Evelyn Matthei, busca modificaciones legislativas para afrontar el problema. En un punto de prensa, sostuvo el lunes que "el tema de la delincuencia juvenil nos lo tenemos que tomar en serio".

Precisó que "eso significa dos cosas. Por un lado, proteger los derechos de esos niños que muchas veces vienen de familias donde hay droga, alcohol, maltrato. (...) Pero, por otro lado, hay que modificar también la ley de responsabilidad penal adolescente. Esa ley está hecho con un criterio para jóvenes que por primera vez cometen una falla, que se equivocan. Pero no está hecho con lo que está sucediendo: bandas criminales, asesinas, compuestas por menores de edad".

Expertos


La doctora en ciencia política de la Washington State University y profesora de la Universidad Católica, Claudia Reyes Quilodrán, destaca una serie de factores que podrían empujar a un menor de edad a involucrarse con el mundo delictual.

Distingue, entre algunos de ellos, "el ámbito de la familia". "Muchas veces nos encontramos con familias que se encuentran en una situación donde los conflictos interpersonales y las relaciones entre sus miembros suelen ser conflictivas. ¿En qué sentido? Tenemos padres que posee competencias parentales limitadas que interfieren en una adecuada educación y formación de los niños/niñas. O bien, los cuidados hacia sus hijos no son del todo favorables para su desarrollo integral", dice, ejemplificando con que "pueden ser padres violentos, maltratadores, o que exista la presencia de violencia intrafamiliar y el niño sea testigo de esto".

"Para un niño que vive en un espacio donde la forma de educar es a través de las descalificaciones y de la violencia permanente, lo motiva a que desarrolle una autoestima dañada, o bien que naturalice la violencia como forma de relación o de resolución de conflictos", apunta.

Consigna que "también tenemos muchas veces familias en donde existe una figura parental monoparental. Es decir, una madre soltera a cargo del cuidado de los hijos, donde los padres no responden muy bien frente a lo que es la pensión de alimentos, y tampoco en la crianza. Estas familias suelen sufrir mucho estrés socioeconómico".

"La evidencia científica indica que la pobreza no es un factor que incide en la delincuencia", señala, aunque asegura que "las carencias económicas son un factor de estrés que puede estar presente en las familias que cuidan y que están a cargo de varios hijos".

En otro aspecto, dice que otro factor es el "barrio o una comunidad vulnerable. En estos barrios vulnerables, podemos ver que el tráfico de drogas o el tráfico de armas está dentro de la vida cotidiana de las personas. (...) Es importante considerar que las viviendas sociales en nuestros países no tienen patio, por lo que los niños juegan en la calle. Para este niño que nace y crece en un barrio donde el tráfico y la violencia están presentes, claramente tiende a naturalizara el comportamiento delictivo".

"Entonces, si este niño o niña juega en la calle, nos encontramos con otro elemento importante que son los grupos de pares. Los grupos de pares, sobre todo en la adolescencia, tienen una alta influencia en el sentido de que los adolescentes se quieren identificar con el otro, quieren ser parecidos al otro, quieren ser su amigo", añade.

Gloria Mancilla, académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Talca, explica que "según estadísticas del Ministerio Público y del Poder Judicial, en los últimos 15 años, los delitos más comunes en menores son los delitos contra la propiedad, como robos con violencia o intimidación, hurtos y receptación. También se observa su participación en tráfico de drogas y, en menor medida, en delitos violentos como homicidios o lesiones graves".

Destaca por esa senda que "el problema es que hay un incremento en la progresión de los delitos violentos en que se involucra a menores de edad".

En torno al por qué un menor de edad se inicia en una carrera delictual, dice que aquello "responde a múltiples factores y el problema es que existe un porcentaje alto de profesionalización cuando las personas inician una carrera delictiva en la adolescencia. Lo ideal, es prevenir esta inmersión de los adolescentes más que la respuesta reactiva y de reinserción que no logra siempre llegar a tiempo".

"Entre los factores incidentes para esta carrera delictiva destacan la vulnerabilidad socioeconómica, la deserción escolar, la ausencia de redes de apoyo, y, en algunos casos, la exposición temprana a la violencia o el consumo de drogas. También es relevante el entorno familiar, donde situaciones de negligencia o maltrato pueden aumentar el riesgo. En Chile, estos factores son abordados por la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente (LRPA), que busca equilibrar la sanción con la reinserción", agrega.

Por otro lado, Viviana Soto, académica del Departamento de Educación, FACSO, Universidad de Chile, describe que en torno al punto anterior que "la precaria situación de vida familiar, las necesidades materiales de existencia, como la educación, la salud, los problemas y precarios vínculos afectivos cercanos, no valorar la vida humana y sus derechos, son factores que dañan el desarrollo de nuestros niños, niñas y adolescentes".

"El desarrollo personal y afectivo es vital para que no se vean vulnerables con relación a las diversas situaciones que se viven hoy día en la sociedad", añade.

A su vez, también destaca que "la salud mental es fundamental, la falta de motivación y la interrupción en la continuidad de estudios generan la nefasta deserción escolar. El apoyo educativo cercano es una herramienta necesaria, ya que se presentan problemas de aprendizaje que requieren un apoyo mayor".
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