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Disputa por la testera de la Cámara y el Senado en año electoral: ¿Trampolín o lastre para la reelección?

La próxima semana se votará la renuncia de la diputada Karol Cariola (PC) y también se renovará la mesa de la Cámara Alta.

22 de Marzo de 2025 | 21:08 | Redactado por Beatriz Mellado, Emol
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Actual mesa de la Cámara y el Senado.

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La próxima semana iniciará el proceso de renovación de las directivas de las mesas de la Cámara de Diputados y del Senado, en un año marcado por la alta tensión electoral.

La elección de los nuevos liderazgos en ambas corporaciones será decisiva en un periodo en que el país se prepara para los comicios de noviembre, donde se definirá la composición de la Cámara Baja, la mitad del Senado y, además, se elegirá al próximo presidente de la República.

En este escenario, la conducción del Congreso jugará un rol estratégico para definir las prioridades legislativas durante los próximos meses. Cada bloque político buscará impulsar aquellos proyectos de ley que no solo consideren fundamentales para el país, sino que también les permitan posicionarse mejor de cara a la contienda electoral.

Desde el Ejecutivo, a comienzos de este año, el exministro de la Secretaría General de la Presidencia, Álvaro Elizalde, anunció que una de las prioridades del Gobierno, enmarcada en la agenda valórica comprometida durante la campaña presidencial de Gabriel Boric, será impulsar el proyecto de ley de eutanasia.

A esto se suman otros temas pendientes, como la reforma al sistema político y electoral, el fin del CAE, la reforma al impuesto a la renta, una nueva ley de pesca y la ley de aborto.

Asimismo, la agenda de seguridad sigue siendo un tema clave, al mantenerse como la principal preocupación de la ciudadanía y convertirse en uno de los ejes centrales de las candidaturas que buscan llegar a La Moneda el próximo año.

Si bien se ha instalado la idea de que presidir las corporaciones durante el último año previo a una elección es un mal augurio — pues quienes asumen ese rol suelen no ser reelectos debido a la pérdida de tiempo en el trabajo territorial al encargarse del funcionamiento de la Corporación— esta vez el escenario podría cambiar. La próxima elección se realizará con voto obligatorio, por lo que la popularidad y el nivel de conocimiento público de los candidatos podrían convertirse en factores esenciales.

En esa línea, quienes han ejercido la presidencia tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado aseguran que el cargo otorga una exposición mediática significativa, con entrevistas en televisión, apariciones en diarios de circulación nacional y presencia casi diaria en diversas plataformas de comunicación. Esta visibilidad, destacan, podría convertirse en un factor clave en el nuevo contexto electoral.

Disputa por la mesa


Tras la anticipada renuncia de Karol Cariola (PC) a la presidencia de la Cámara, el 24 de marzo se votará su salida y el 7 de abril se elegirá a un nuevo líder de la Corporación. Mientras tanto, los vicepresidentes Eric Aedo (DC) y Gaspar Rivas (Ind.) anunciaron que dejarán sus cargos el 15 de abril, fecha en la que el acuerdo administrativo establece su salida. Así, la votación para la presidencia y la vicepresidencia se realizará en fechas distintas.

Según el acuerdo administrativo entre los partidos de Gobierno, la Democracia Cristiana y los ex militantes del Partido de la Gente, que ha sufrido varios cambios en los últimos años, le corresponde al Frente Amplio presidir la Corporación, aunque aún están evaluando quién será su candidato. Además, se le asignará una vicepresidencia al Partido Comunista y otra al Partido Socialista; sin embargo, en las últimas conversaciones ha surgido la propuesta de otorgar una de las vicepresidencias a un parlamentario independiente, con el fin de mantener el control oficialista.

Por otro lado, la oposición está intensificando sus esfuerzos para desalojar al oficialismo de la testera. En Chile Vamos, han cobrado fuerza los nombres del diputado de la Unión Demócrata Independiente, Jorge Alessandri, y del representante de Renovación Nacional, José Miguel Castro. Además, se estaría barajando la posibilidad de que la bancada de Demócratas ocupe una vicepresidencia, aunque desde el colectivo aseguran que aún no se ha tomado una decisión al respecto.

Se prevé una votación ajustada, similar a la anterior, cuando Cariola llegó a la presidencia con solo un voto a favor. Además, hay que considerar que actualmente hay dos diputados desaforados, Mauricio Ojeda y Francisco Pulgar, y que el próximo 7 de abril se decidirá el desafuero de la diputada Catalina Pérez (ex FA).

Por otro lado, en el Senado, el acuerdo de gobernabilidad se rompió el año pasado con la elección del senador José García Ruminot (RN) y el vicepresidente Matías Walker (Demócrata), cuando el oficialismo y la UDI habían pactado que el próximo presidente del Senado sería Pedro Araya (PPD).

El próximo 25 de marzo se votará la renuncia de la actual mesa del Senado, y al día siguiente, 26 de marzo, se elegirá una nueva.

En los últimos días, se han intensificado las negociaciones para definir la testera, considerando que la oposición es mayoría en el hemiciclo, incluyendo a los dos parlamentarios del Partido Demócrata.

Según el acuerdo inicial, el período 2025 le corresponde presidir el Senado a Felipe Kast (EVO). En ese marco, el presidente de RN, Rodrigo Galilea, aseguró que desde su colectividad defenderán la opción de que la vicepresidencia quede en manos de Paulina Núñez (RN).

Por otro lado, el jefe de bancada de RN, Manuel José Ossandón, ha iniciado negociaciones de manera individual con el oficialismo, en particular con el Partido Socialista.

En la circunscripción de Ossandón (Región Metropolitana) no se realizarán elecciones senatoriales, por lo que se mantendrá en su cargo hasta 2030. En cambio, en la Araucanía, región representada por Kast, sí se llevarán a cabo elecciones.

En una entrevista en enero en el programa Profundidad de Campos, al ser consultado sobre una posible nueva carrera senatorial, Kast expresó: "Es una definición que tengo que tomar con mucha responsabilidad, porque soy parte de un partido, (…) todavía no lo he decidido. Animarse a ocho [años] más, hay que pensarlo muy bien, con la familia, con la almohada. Si decido no ir, lo voy a anunciar en su minuto, y si decido ir, también lo voy a anunciar".

Visión de analistas


El académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, descartó que quien tenga el control de la mesa, y por ende la priorización de la agenda legislativa, tenga un impacto significativo en las elecciones.

Morales planteó que "en este año, el Congreso y los congresistas estarán más preocupados por su reelección que por sacar adelante la agenda legislativa del Gobierno. Puede que haya algunos proyectos sobre seguridad y sistema político, pero más allá de eso, es difícil. El Gobierno ya sacó adelante la reforma previsional y no tiene otro proyecto emblemático pendiente de discusión en la Cámara o el Senado".

Respecto a las ventajas o desventajas de presidir una corporación este año, el académico explicó que "los presidentes de la Cámara y el Senado tienen mayor visibilidad pública en comparación con el resto de los legisladores, pero eso no garantiza la reelección. En un escenario de voto obligatorio, es clave la infantería electoral, es decir, el trabajo en los territorios. Los legisladores tienen la semana distrital, y desde que se inscriban como candidatos, estarán más en la calle que en el Congreso".

Adicionalmente, indicó que "dado que la Cámara y el Senado tienen una mala imagen pública, el hecho de liderar ambos órganos no representa una ventaja comparativa capaz de compensar el trabajo en terreno. Por tanto, quienes asuman las presidencias no deberán descuidar sus distritos o regiones".

A diferencia de Morales, Eric Latorre, director del magíster en Gobierno y Dirección Pública de la Universidad Autónoma, planteó que tener el control de la agenda legislativa "puede influir en una elección presidencial, de alguna manera, sobre todo cuando esta elección se ve reñida y cuando podría pasar en este periodo que se pusiera en agenda temas complejos para la oposición como los temas valóricos, que pudieran lograr integrar al Gobierno y a las fuerzas de gobierno oficialistas y entrar en algún tipo de disputa y contraponerse fuertemente a la oposición, hoy la derecha, donde siempre los temas valóricos les resultan más complejos".

En relación al impacto que puede tener sobre quién presida las Cámaras en una futura reelección, dijo que "hay que tener ojo en el caso de la Cámara de Diputados, de los últimos 4 presidentes de Cámara, por ejemplo que han estado en época electoral, no han sido reelectos, dos de ellos porque no fueron a la reelección, dos de ellos porque derechamente perdieron la reelección. Los casos de los que pierden, de Álvarez y Andrade, y los que no se repostulan, Paulsen y Luchanz. La verdad que parece más el costo que el beneficio".

En esa línea, planteó que "cuando un parlamentario no se va a repostular, puede hacer un gran servicio al final de su periodo, para su partido, para su coalición, estar a cargo, porque así puede, de mejor manera, jugar en la agenda. Pero cuando un parlamentario va a la reelección y tiene una disputa, además compleja, probablemente son más altos los costos que los beneficios de estar en la testera de la Cámara o del Senado, dado todo el tiempo que se requiere para la campaña".

Finalmente, dijo que "es mucho más efectivo hacer una buena campaña en el territorio que ganando en autoridad a nivel nacional. La elección se gana en el territorio, se gana en el distrito o en la circunscripción, y no necesariamente por ser muy conocido a nivel nacional. El ejemplo de eso podría ser en su momento Osvaldo Andrade, que era una figura muy conocida, siempre estaba en la agenda, sin embargo pierde una reelección".
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