Cerca de 400 fueron las autorizaciones para quemas agrícolas que la Corporación Nacional Forestal (Conaf) entregó para el viernes 21 y sábado 22, en medio de una delicada situación climática que había sido alertada por la Dirección Meteorológica de Chile: el jueves 20, a las 10:59 horas publicó un aviso pronosticando vientos de intensidades de hasta 60 a 80 km/h, con rachas de hasta 90 km/h para las regiones de Biobío y La Araucanía. A ellos se sumaron las alertas preventivas emitidas por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), para esas mismas zonas, advirtiendo, según informes técnicos de la misma Conaf, de la irrupción de vientos del Este (Puelche) a partir de la noche del sábado 22. En ese contexto, surgieron en la zona exigencias para que se investigue por qué, si existía ese pronóstico, se autorizaron las quemas. Esto, debido a las diversas situaciones de emergencia que se generaron el fin de semana, con viviendas e incluso un colegio destruidos a causa del fuego.