El síndrome del Pato Cojo se vuelve a instalar en La Moneda con la renuncia de la ministra de Trabajo, Jeannette Jara, por la opción de asumir una candidatura presidencial.
Con la proclamación del Partido Comunista, la secretaria de Estado presentó su renuncia al Presidente Gabriel Boric a primera hora de este lunes y este martes, el Mandatario celebró el cambio de gabinete con el que oficializó la salida de la secretaria de Estado. En su lugar, ratificó a Giorgio Boccardo como nuevo titular de la cartera de Trabajo.
El éxodo de autoridades por motivo de las elecciones, como sucedió con la salida de Carolina Tohá, era un asunto por el que ya se debatía el inicio del resistido síndrome para el gobierno, pero la salida de Jara evidenció algo más: la aparente falta de interés de los partidos de disponer sus cuadros para ocupar cargos en el Ejecutivo.
Si bien la cartera de Trabajo es fundamental para el PC, fuentes del partido indican que mantener la titularidad del ministerio no radicaba en una necesidad. Bien la tienda podría quedarse con una subsecretaría, comentaban algunos de sus personeros. De ahí que previo a la renuncia de Jara, el ascenso de Boccardo (FA) se asomaba como una probabilidad.
Ya designado en el cargo, Boccardo se convirtió en el séptimo frenteamplista dentro del gabinete de Boric. Hubiera ido a robustecer la presencia del FA en el comité político de La Moneda, de no ser por el ajuste que el Presidente aplicó este martes, sacando a la cartera de Trabajo de esta instancia, e integrando a Defensa y a Justicia, para asegurar la representación del PPD, con Adriana Delpiano y del PC, con Jaime Gajardo.
Con todo, la reducción de la presencia del PC dentro del comité político fue algo que desdramatizó este lunes el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, al relevar que la ausencia de la ministra Camila Vallejo "es algo que es circunstancial, está siendo uso de su postnatal y yo sé que se va a integrar cuanto antes a sus roles y eso implica también asumir su rol como vocera de gobierno en el comité político".
Como sea, para el puesto vacante que dejó Jara en Trabajo no hubo mayores interesados. El PC no propuso nombres para el cargo y tampoco lo hizo el PPD, que había perdido representación en el gabinete con la salida de Carolina Tohá. Al interior del oficialismo, se comenta que esta aparente falta de atracción sobre instalar militantes en el Ejecutivo se explica por la prioridad que hay en la conformación de las planillas parlamentarias para las elecciones de noviembre. Ahí los partidos buscan disponer a sus cuadros más capacitados y con mayor nivel de popularidad.
Otros en la alianza rebaten la idea de que las colectividades hayan perdido el interés en el gobierno. Algunos consideran que el ascenso de subsecretarios, como sucedió con Boccardo, es un natural "tiraje de chimenea". Del mismo modo, advierten de la complejidad que hay en instalar rostros nuevos en ministerios que llevan tres años de trabajo.
Consultada por esta materia, la ministra de Ciencias y vocera (s) de gobierno, Aisén Etcheverry, descartó este lunes que exista temor en un eventual desinterés de los partidos para detentar cargos, y por tanto, en la instalación del síndrome del Pato Cojo. "El Presidente ha sido claro con todos los que estamos en sus equipos, que tenemos que trabajar hasta el último minuto avanzando en las agendas que son fundamentales para nuestro país", sostuvo.
"Es por eso que hoy día desde el ministerio de Hacienda y desde el ministerio de Relaciones Exteriores se está analizando el impacto que tienen la caída de las bolsas a nivel global", ejemplificó, destacando que por el lado de la agenda legislativa, "se sigue con el proyecto de permisos, en materia de sala cuna, se va a continuar con la implementación de la reforma de pensiones".
"Tareas que existen son muchas y personas para abordarlas somos muchos y eso es lo que va a primar en el gobierno hasta el último día", aseveró.
Analistas
En conversación con Emol, el investigador asociado a Faro UDD, Rodrigo Pérez de Arce, consideró que "es difícil que algún partido quiera pelear por un espacio cuando al gobierno le queda tan poco tiempo, y esto vale para gobiernos de cualquier lado del espectro político. Tampoco parece ser una buena vitrina pensando en los años que vienen, menos considerando que es probable que el gobierno cambie de signo. Tendría que resignarse a ser rostro de un gobierno que tuvo que renunciar a mucho, nada muy inspirador como para mostrarlo con orgullo".
"Como si fuera poco, no hay muchas agendas, y menos las emblemáticas, que puedan avanzar en este plazo tan breve y a las cuales puedan sacarle partido", agregó.
A su vez, el académico de la Universidad Central, Marco Moreno, indicó que "lo que estamos observando es un fenómeno que la literatura de la ciencia política define como el síndrome del Pato Cojo, en donde evidentemente en el último año de mandato hay menos personas interesadas en ocupar cargo en un gobierno que está de salida que puede ser un problema después para reinsertarse en el mundo laboral, sobre todo si es que no hay continuidad en la administración".
"Por eso es que a pesar de que los partidos puedan tener interés, lo que ocurre es que no hay tantos interesados en asumir esas posiciones, probablemente porque también algunos de los posibles interesados están pensando en otros espacios laborales o en competir para cargos en el poder legislativo", adicionó.
Por otro lado, apuntó que "se ha instalado la idea de que el PC tenía una sobre representación de ministros y ministras en el gabinete y por lo tanto había que operar con el mecanismo de los equilibrios para compensar esas asimetrías que podían haber en términos de los cargos que se estaban ocupando por parte de los ministros y ministras comunistas".
También, señaló que "la situación que está afectando al Partido Socialista a propósito del caso Isabel Allende, se convierte en una dificultad para poder que nuevos liderazgos del PS entren al gobierno, y por lo tanto, desde ese punto de vista, esto puede quedar restringido a lo que se resuelva en relación al Frente Amplio y al Partido Comunista. Ahí se tendrá que hacer el ajuste y la compensación para mantener los equilibrios en el gabinete".