El candidato presidencial de la Federación Regionalista Verde Social, Jaime Mulet, abordó las declaraciones de la abanderada del Partido Comunista, Jeannette Jara, relativas al sello de su candidatura.
Fue en conversación con Radio Futuro que la exministra del Trabajo entregó elementos sobre su apuesta presidencial, afirmando que su gobierno será de una coalición de centro izquierda y que sus prioridades estarán en "potenciar el crecimiento" para "todos los chilenos" y "mejorar la salud". Del mismo modo, indicó que "yo puedo mostrar que he hecho todos los esfuerzos posibles por avanzar" y que "es bueno que personas como yo, que no pertenecen a las élites, puedan participar de los liderazgos en el país".
"Hay muy buenas intenciones también en quienes pueden estar en los sectores socioeconómicos más acomodados, pero la verdad es que quienes venimos de otra realidad, tenemos una conexión con lo que ocurre, que no tiene que ver con lo que nos cuentan o lo que leemos en libros, sino que con lo que se ha vivenciado, y eso contribuye mucho a la formulación de políticas públicas de una manera más acertada", fue parte de lo que formuló.
Sus dichos no cayeron bien al abanderado de la FRVS. "Llama la atención que la exministra Jara intente apropiarse del discurso de los 'sectores populares' como si se tratara de una membresía exclusiva, entregada por algún comité de autenticidad clasista. Más curioso aún es que lo haga descalificando a otros candidatos como 'pituquitos', como si el mérito, la trayectoria o el origen fueran atributos que solo ella puede exhibir", aseveró.
Y añadió que "quizás a la exministra se le pasó por alto que yo vengo de una familia de clase media trabajadora y además de provincia y de la provincia real: de Vallenar, en pleno norte chico, donde el mérito no se declama, se vive".
"Si ser de región, estudiar con esfuerzo, y abrirse paso sin apellidos ilustres no califica para el estándar de 'popular' de la exministra, será entonces que su definición necesita una urgente bajada a tierra. Porque el clasismo, incluso disfrazado de discurso de inclusión, sigue siendo clasismo", adujo.