El Juzgado de Garantía de Cauquenes acogió la solicitud de la Fiscalía y ordenó la
prisión preventiva para los
tres venezolanos acusados del ataque y amenazas contra comandante de Gendarmería.El Ministerio Público los formalizó por
homicidio en calidad de frustrado, asociación delictiva, amenazas condicionada a gendarme, tenencia ilegal de arma de fuego, tenencia ilegal de arma adaptable y tenencia ilegal de municiones.Se estableció que son un "peligro para la seguridad de la sociedad y para la víctima". Además, se señaló que "estos hechos afectan el sistema penal en su conjunto, no tan solo la integridad de las víctimas como persona natural, aún cuando sea gendarme".
Se dio un plazo de 150 días de investigación.
Al momento de su detención, las autoridades explicaron que los sujetos viven en la Región Metropolitana y llegaron un día antes del ataque hasta Cauquenes para estudiar los movimientos de la casa.
Tras esto, procedieron a la balacera contra el frontis, dejando además una corona de flores y la carta con amenazas de muerte.
Fueron identificados, seguidos sus pasos y detenidos. Uno de ellos además, era investigado por un delito de secuestro.