Este Viernes Santo fue feriado, pero no irrenunciable. Gremios del turismo hicieron un balance de la jornada.
El Mercurio
Después de varias solicitudes -y también oposiciones-, finalmente, el Viernes Santo no fue un feriado irrenunciable y, por lo tanto, el comercio pudo abrir sus puertas.
Esto fue valorado por distintos gremios del turismo, lo que aseguraron que "habría sido negativo" que avanzara la idea en el Congreso, mientras que apuntaron a que "muchas familias aprovecharon el día".
José Pakomio, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC), aseveró que "pese a la polémica, lo cierto es que todo funcionó con normalidad. El comercio abrió, el turismo se activó y muchas familias aprovecharon el día, a lo que se sumó la masiva llegada de argentinos".
Ello, dijo que "demuestra que cuando no se imponen restricciones de último minuto, todos los sectores pueden verse beneficiados".
"Es importante que este tipo de temas se debatan con anticipación y altura de miras, pensando en lo que necesita el país para crecer y desarrollarse. Lo cierto, es que el comercio funciona cumpliendo las normas vigentes y aporta al crecimiento económico de manera significativa, incluyendo el desarrollo de las empresas de menor tamaño que son la mayoría dentro del sector", puntualizó.
En la misma línea, se refirió Máximo Picallo, presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), quien advirtió que "habría sido muy negativo que hubiera prosperado la idea de que fuera un feriado irrenunciable".
"Creemos que ya tenemos suficientes feriados irrenunciables que impiden la opción de poder generar actividad económica y empleos", complementó.
Mónica Zalaquett, presidenta ejecutiva de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur), señaló por su parte que proyectan "un buen flujo de argentinos, en torno a los 140 mil entre jueves y domingo, en línea con las buenas cifras que se han observado desde el año pasado, motivados principalmente por el turismo de compras".
Según consignó El Mercurio, los turistas también valoraron la apertura del comercio. Pese a que el flujo de clientes chilenos fue menor en comparación con un viernes normal, según comentaron trabajadores del Costanera Center, sí hubo un notorio aumento de turistas argentinos, y en menos medida brasileños.