La Comisión de Constitución del Senado despachó la reforma al sistema político, la cual será sometida a votación en la Sala de la Cámara Alta.
Se trata de una iniciativa parlamentaria que cuenta con un respaldo transversal entre los legisladores. Para ser aprobada, necesita el apoyo de al menos 4/7 de los senadores, es decir, 29 votos favorables.
Uno de los principales ejes de la reforma es la exigencia de un umbral del 5% de votación para que un partido político pueda acceder a escaños en la Cámara de Diputados. Esta medida busca reducir la fragmentación en dicha instancia legislativa, aunque ha generado rechazo entre los partidos más pequeños.
Además, se contempla un mecanismo excepcional para que partidos que no alcancen el actual umbral mínimo del 4% en las elecciones parlamentarias de este año puedan fusionarse, permitiendo así la "salvación" de algunas candidaturas.
Otro punto relevante de la propuesta es el establecimiento del cese del cargo para los parlamentarios que renuncien al partido político por el que fueron electos o que abandonen su bancada original.
Aunque las indicaciones presentadas por el Gobierno no fueron aprobadas en esta etapa legislativa, el Ejecutivo niega haber sufrido una derrota. El ministro Álvaro Elizalde — quien ha participado en la tramitación junto a la ministra de la Secretaría General de la Presidencia, Macarena Lobos — confirmó que próximamente se ingresará un proyecto complementario. Este buscará establecer nuevos requisitos para la conformación de partidos políticos y eliminar incentivos relacionados con el financiamiento.
Tenso debate
El senador Rojo Edwards (PSC) desató una acalorada discusión durante la última votación, al acusar que esta iniciativa se asemeja a la propuesta del primer proceso constituyente. Sus dichos generaron malestar entre los senadores que respaldan la reforma.
"Este proyecto es grave para la democracia, solamente comparable con el texto del primer texto constituyente que se rechazó. Y lo quiero decir porque este es un proyecto que básicamente hace imposible o muy difícil la posibilidad que un desafiante le pueda ganar a un incumbente. Hace imposible que un proyecto que no está ya afiatado o prácticamente imposible pueda ir a desafiar con nuevas ideas a quienes hoy día ya son parte, en este caso, de la elite de los partidos. Este proyecto, a mi juicio, debiese ir precedido, no a posterior, sino que precedido por un fortalecimiento constitucional que le permita a don Juan, que no es parte de la elite de los partidos, poder, si lo hace bien, desafiar a un incumbente dentro de un partido o generar un nuevo partido, que le permita haber una renovación y que la elite que hoy día domina los partidos no se enquiste", señaló.
En respuesta, el senador Juan Antonio Coloma (UDI) dijo que "comparar esto con el proceso constitucional me parece completamente fuera de lugar y es una forma de generar una falsa perspectiva, una falsa división y yo quiero hacerme cargo del tema de fondo: si hay alguna razón por la cual fracasan los países es cuando se pierde la gobernabilidad".
Por su parte, la presidenta de la comisión de Constitución, Paulina Núñez (RN), fue enfática en rechazar los dichos de Edwards, afirmando que "similar a la propuesta de la primera convención no solamente una falta de respeto sino que falta la verdad".
A su vez, el senador Luciano Cruz-Coke (EVO) acusó que "señalar que este proyecto pone en peligro la democracia, es el tipo de exageraciones que llevaron precisamente a la primera convención que él (Edwards) critica. Y es más, la base de esta reforma y los argumentos que la fundan, están basados precisamente en aquello que propuso el comité de expertos de la segunda comisión constitucional, que estaba dominada precisamente por personas principalmente que correspondían al pensamiento del senador Edwards".
"Yo creo que hay que ser tremendamente cuidadosos en los argumentos, tremendamente cuidadosos en las exageraciones, porque este tipo de exageraciones públicas que son buenas para la prensa, que sacan buenos titulares, que son entretenidas, que sirven eventualmente para echarle leña al fuego de la propia prensa o pueden generar una cuña que es buena para los diarios, los titulares, y que lamentablemente o afortunadamente duran menos de un día en la prensa, son las cosas que finalmente van horadando las instituciones", añadió.
Finalmente, emplazó directamente a Edwards: "Yo creo que hay que ser súper cuidadosos cuando uno critica a las élites, no pretenderá el senador Edwards pertenecer a la plebe, porque creo que no corresponde a su realidad sociocultural".
Otras posturas
El senador Alfonso de Urresti (PS) destacó el trabajo realizado: "Después de casi un año de trabajo, la Comisión de Constitución ha sacado adelante por una amplia mayoría la reforma al sistema político. Creo que esta es una contribución para que podamos tener un mejor sistema que dé gobernabilidad, estabilidad, y que dé la posibilidad de un juego democrático a las ideas políticas y la representación. Es un avance también para que quienes encabezan los gobiernos tengan la fuerza y capacidad suficiente para sacar sus proyectos adelante. Esperamos tener la mayoría suficiente de votos para que continúe su trámite en la Cámara de Diputados".
Por otro lado, la senadora Claudia Pascual (PC) rechazo la iniciativa: "Estoy absolutamente convencida que esta es una mala moción. Esta moción está puesta y está argumentada desde el punto de vista de que supuestamente en otros países se da el colocar umbrales para permitir el ingreso al parlamento. Sin embargo, se produce en países que tienen sistemas electorales y sistemas políticos distintos al nuestro".
"Lo que es más complejo, el fenómeno novedoso como voto castigo a la tradicional forma de hacer política y de los partidos políticos no se aborda con esto, porque el fenómeno novedoso de cualquier partido que se arme solo para una elección puede llegar a obtener más del 5% y van a tener también la fragilidad de la democracia y de los partidos políticos, puesto que esa gente no necesariamente, y lo voy a decir muy responsablemente, lo que fue el Partido de la Gente en la Cámara de Diputados, no necesariamente tiene convicciones políticas, no necesariamente defiende los intereses de la gente y no necesariamente está dispuesta a llegar a las conversaciones que impliquen, desde la diferencia, generar los acuerdos para gobernar para el país. Entonces yo lo quiero decir de verdad, aquí no se resuelve la gobernabilidad, al contrario, la gobernabilidad de una democracia y del parlamento se da en la medida que se legisla en función de lo que la gente quiere", añadió.