En la última jornada de la visita de Estado de Chile a Brasil, el Presidente Gabriel Boric abordó la contingencia nacional, en particular, la renuncia del seremi de Energía de la Región del Biobío, Jorge Cáceres.
La exautoridad aseguró en un encuentro empresarial de la región que el país es "una taza de leche" en materia de seguridad pese a que hace pocos días atrás se vivió el mega atentado contra el proyecto de Central Rucalhue en Santa Bárbara, donde dos guardias fueron maniatados y unos 50 vehículos resultados quemados.
"Me parece, después de un atentado tan grave como el que sucedió en la central Rucalhue, que es un mensaje inadecuado y por eso respaldo plenamente la decisión que tomó el ministro de Energía y el ministro Cordero. Es decir que no se pueden dar señales equivocas en esto y por lo tanto esa persona ya no está más en su lugar", aseveró el Mandatario.
Cabe destacar que los dichos Cáceres generaron reproches transversales. A su vez, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, afirmó que esas declaraciones "no solo deben ser repudiadas, sino que deben buscar mecanismos de hacer efectivos sus responsabilidades. Un seremi solo debe pronunciarse en los asuntos en los cuales es competente. De lo demás, para eso, está el Gobierno Interior, y para eso, está lo que ha hecho el Estado".