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Columna de Astronomía | ¿De qué color son los objetos en el universo?

La verdad tras las fotografías del cosmos nos lleva a preguntarnos qué es lo que realmente ven los telescopios.

08 de Marzo de 2017 | 09:27 | Por Patricia Sánchez-Blázquez
Por Patricia Sánchez-BlázquezAcadémica del Instituto de Astrofísica de la U. Católica de Chile

Doctora en astrofísica por la Universidad Complutense de Madrid (España). Fue investigadora postdoctoral en Swinburne University (Australia), École Polytechnique Fédérale de Lausanne (Suiza), University of Central Lancashire (Reino Unido) e Instituto de Astrofísica de Canarias (España). Actualmente es profesora del Instituto de Astronomía de la Pontificia Universidad Católica donde es líder del grupo de poblaciones estelares en galaxias.

Seguro que muchos de ustedes han visto las imágenes espectaculares del telescopio espacial Hubble de nebulosas planetarias, regiones de formación de estrellas, galaxias, etc. Estas imágenes nos impactan por la belleza de sus formas y de sus colores. Pero, ¿son estos colores reales? Esta es una pregunta que recibimos a menudo los astrónomos.

La luz no es más que una onda electromagnética (una oscilación en los campos eléctricos y magnéticos que se propaga por el espacio). La frecuencia de la onda o el ritmo al que oscila determina el color. Así, una onda que oscila a un ritmo aproximado de 400 trillones de veces por segundo será capaz de producir una señal en los receptores visuales de color rojo (los seres humanos tenemos de tres tipos: rojos, verdes y azules, llamados conos), la que llegará hasta nuestro cerebro haciéndonos "ver" el color rojo. En cambio, una onda que oscile a un ritmo de 550 trillones por segundo nos hará ver un color verde, y una onda que oscila a un ritmo a medio camino entre el rojo y el verde, excitará por igual a ambos los receptores y producirá la sensación de amarillo.

Hay animales que tienen muchos más de tres tipos de receptores del color. Algunos lagartos o aves tienen cuatro o cinco conos distintos, o la galera, un crustáceo, está equipado con dieciséis receptores cromáticos distintos. Literalmente estos seres pueden ver una gama de colores que nosotros no podemos ni imaginar.

Tomando imágenes a través de los filtros rojos, verde y azul podemos crear una imagen completa y de un color similar a la que verían nuestros ojos

Patricia Sánchez-Blázquez
Entonces, volvamos a la pregunta original. ¿Son reales los colores de las imágenes que recibimos del telescopio espacial Hubble? La respuesta es sí y no. Las cámaras más sensibles (mucho más que las cámaras digitales en color que tenemos en nuestros teléfonos móviles) son capaces de capturar un mayor número de fotones, pero sólo ven "en blanco y negro". Entonces, ¿de dónde vienen los colores? El telescopio tiene varios filtros que pueden aplicarse para permitir entrar luz que oscile, únicamente, en cierto rango de frecuencias. Tomando imágenes a través de los filtros rojos, verde y azul podemos crear una imagen completa y de un color similar a la que verían nuestros ojos si pudiéramos ir hasta el objeto en una nave.

Sin embargo, los astrónomos usamos telescopios no sólo en el rango visible del espectro electromagnético, sino también en los rangos infrarrojo, radio, submilimétrico, ultravioleta, Rayos X, etc. , fuera del rango de frecuencias capaz de ser detectadas por nuestros ojos. Para representar estos rangos de longitudes de onda, les asignamos colores artificiales. Además, cuando el gas presente en las galaxias está caliente, emite luz en frecuencias muy concretas que vienen dadas por los elementos químicos (hidrógeno, oxígeno, azufre…) presentes dentro de ella. Los astrónomos diseñaron "filtros especiales" para dejar pasar sólo la luz emitida por esos elementos químicos y medir la intensidad de estas líneas. Y si captamos toda esta información, ¿por qué no añadirla a nuestras imágenes?

Muchas de las fotos espectaculares que publicamos en los medios son el resultado de esta composición de "colores" artificiales. De esta manera, gracias a una íntima combinación de ciencia y arte, las técnicas sofisticadas que se esconden tras las imágenes del Hubble nos permiten contemplar toda la belleza que encierran estos objetos, a la vez que nos posibilitan profundizar cada vez más en la comprensión de nuestro universo.
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