SANTIAGO.- La nueva normativa de homologación de teléfonos celulares que empezó a regir hoy trae más que sólo la incorporación de los sellos en las cajas de los smartphones. Además, viene acompañada de un cambio que hará que todo teléfono que sea usado en el país deba ser inscrito en un registro nacional. De lo contrario, no podrá operar.
La medida no afectará a quienes adquieran equipos desde los operadores de telefonía o las representaciones oficiales de los fabricantes de equipos, pero sí impactará a quienes compran smartphones en el extranjero para ser usados en Chile. De hecho, según la nueva normativa, si no se hace el trámite de la inscripción, un teléfono comprado en el extranjero simplemente no se podrá conectar a la red local.
El cambio fue definido en la ley que fija las especificaciones técnicas mínimas que deben cumplir los terminales usados en Chile, promulgada el 13 de junio de 2016; y entrará en vigencia el próximo 1 de julio, día en que también se deberán empezar a utilizar los sellos definitivos para indicar la compatibilidad de cada smartphone con las bandas utilizadas para las redes móviles en el país (los lanzados hoy tienen el carácter de "transitorios").
La norma define la creación de una base de datos centralizada en la que se deberán inscribir detalles del teléfono, como marca, modelo, versión de hardware, sistema operativo (tipo y versión), software de personalización del fabricante, empresa proveedoras y el identificador IMEI, además de la información de homologación que indica si es compatible con la tecnología local (tanto en bandas como con el Sistema de Alerta de Emergencia).
Este registro será hecho apuntando a certificar que los equipos funcionan con la tecnología local y, además, facilitar el bloqueo de estos terminales en caso de robo, limitando su posterior comercialización.
El trámite será hecho por las compañías que venden los equipos (no hay claridad de qué pasa con quienes venden teléfonos importados), pero en el caso de personas naturales que traen teléfonos a Chile, serán ellas quienes deberán hacer este registro ante una de las compañías "certificadoras" autorizadas por la Subsecretaría de Telecomunicaciones.
¿Tendrá costo este trámite? Depende. La legislación define que cada usuario podrá registrar un terminal al año sin pagar, pero cada compañía certificadora sólo deberá entregar este servicio gratuito a una cantidad equivalente al 2% de los registros totales anuales. Una vez superado ese umbral, o cuando se quiere hacer el trámite por segunda vez en el año, se deberá pagar un monto aún no definido.