SANTIAGO.- La técnica de la edición genética llamada CRISPR-Cas9 ha estado en el centro de la discusión científica esta semana luego de que el investigador chino He Jiankui asegurara en una artículo de la revista tecnológica del MIT haber concretado con éxito la edición genética en dos gemelas para evitarles la vulnerabilidad al virus del VIH.
Por cierto que esta publicación -que fue acompañada de una seguidilla de videos publicados por el propio He en la plataforma YouTube- causó la reacción de científicos en todo el mundo, incluso más de 100 de ellos sólo en China decidieron reunirse para publicar en la red social Weibo (una especie de Facebook en China) una carta firmada en la que rechazan este tipo de prácticas.
CRISPR-Cas9 recibe su nombre de un proceso observado en algunas bacterias en 1987, es una sigla de "Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente interespaciadas", en inglés, y Cas9 es precisamente una serie proteínas llamado "sistema asociado a CRISPR".
En su desarrollo están involucrados al menos cuatro científicos que se batallan las patentes, la estadounidense Jennifer Doudna, la francesa Emmanuelle Charpentier, el estadounidense-chino Feng Zhang y, posteriormente, el investigador español Francisco Mojica.
Hasta hace una semana, esta técnica de modificación genética sólo había sido aplicada en laboratorios y su mayor acercamiento a organismos humanos había sido en embriones que debían ser eliminados tras unas semanas de investigación, precisamente por la carga ética que involucra la manipulación de genes en personas.
Incluso, en la última reunión internacional de edición genética, convocada en Estados Unidos por las Academias Nacionales en 2015, se estableció que la modificación en humanos debía ser altamente investigada, pero con la precaución de posibles efectos secundarios que luego fuesen traspasados a generaciones posteriores, ya que no se conoce realmente el impacto que podría tener a futuro en las personas.
Cuando He Jiankui publicó esta investigación -en un artículo de la revista MIT Technology Review, no un paper científico- las dudas emergieron de inmediato, tanto las científicas como las éticas.
Si bien diversos científicos durante estos últimos años han declarado que la edición genética en humanos es un campo que vale la pena investigar y con el genoma humano mapeado en 2014 las puertas se abren a diversas ideas para evitar enfermedades en la población mundial, su uso hasta ahora no ha sido recomendado.
De acuerdo a las declaraciones de He en sus videos de YouTube, su procedimiento dio a las dos gemelas inmunidad al VIH, esto luego de explicar que el padre de las niñas es portador del virus y que encontrar alguna solución a esta patología que, a pesar de tener un tratamiento altamente efectivo en la actualidad, aún no existe su cura.
Según el último informe entregado por el Instituto de Salud Pública (IPS), en Chile existen más de 3.849 casos confirmados del virus sólo en resultados obtenidos entre enero y junio de este año. Una cifra que encendió las alertar en el país al alcanzar el 1,29% de los test rápidos realizados, algo que supera el 0,5% en la población del que hablaba el Ministerio de Salud.
A nivel mundial, la OMS -junto ONU SIDA- habla de 36,9 millones de personas en todo el planeta que viven con VIH al 2017. Esta cifra es acompañada por la marca negra de 940 mil personas que fallecieron a causa de las consecuencia de esta infección durante el año pasado.
De aquí que la edición genética en humanos para evitar el contagio del virus sea un punto importante a investigar y, aparentemente, aplicar en personas para el científico chino que el miércoles ofreció una conferencia en la Universidad de Hong Kong para explicar -sin entregar muchos detalles- su trabajo en los genes de las dos niñas.
He Jiankui ha cambiado el nombre de la intervención de edición genética a cirugía genética, una sutiliza que podría comenzar a abrir caminos en las próximas investigaciones. De hecho, el mismo científico ha declarado que se encuentra trabajando en un segundo embarazo, aunque declinó a conversar más sobre este tema.
Hasta ahora, sólo el biólogo de Harvard, George Church, ha salido a defender en cierta medida lo comunicado por He, aclarando que se trata de un acto "justificable" si es que su resultado arroja una forma real de combatir el contagio de VIH en el mundo.