El poderoso cohete Falcon Heavy, de la compañía estadounidense SpaceX, despegó este jueves desde Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos, para poner en órbita el satélite de comunicaciones Arabsat 6A.
El cohete operativo más potente del planeta despegó desde la histórica plataforma 39A del Centro Espacial Kennedy, la misma del lanzamiento de las misiones lunares del programa Apolo, y logró recuperar por primera vez los tres cohetes Falcon 9 que componen el artefacto.
Menos de ocho minutos después de despegar, los dos propulsores laterales retornaron a tierra en una explanada de la Fuerza Aérea estadounidense en el complejo de Cabo Cañaveral, mientras que el cohete central hizo lo propio un minuto después en una plataforma colocada en el Océano Atlántico.
El aterrizaje de los tres propulsores supone un nuevo peldaño en la trayectoria de la firma, propiedad del magnate Elon Musk, que tiene como política reutilizar los cohetes a fin de reducir el costo de los viajes espaciales.
El lanzamiento de este jueves, tras ser postergado el día anterior debido a las condiciones climáticas, es el segundo desde el viaje inicial en febrero de 2018, cuando el Falcon Heavy realizó un vuelo de prueba en el que soltó en el espacio un automóvil descapotable de la marca Tesla, con un maniquí vestido con traje espacial, al que llamaron Starman.
Más de un año después, Space X logró lanzar el Falcon Heavy, de 70 metros de altura y diseñado para transportar más de 64 toneladas métricas de carga, con el Arabsat 6A a bordo, un moderno satélite de comunicaciones elaborado por la compañía Lockheed Martin.
El moderno e innovador satélite proveerá servicios de televisión, radio, internet y comunicaciones vía móvil a través de Europa, Medio Oriente y África, según informó la firma de transporte espacial.