Esta semana el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia (CNES) informó de una detección realizada en Marte por la sonda de la NASA InSight que podría ser el primer terremoto -o martemoto- que se ha registrado en el planeta, un movimiento sísmico que, aunque esperado por los científicos, dejó muchas dudas en el público.
En la Tierra, los temblores se producen por el movimiento de las placas tectónicas que están bajo la superficie. Así, tenemos terremotos medibles en escalas de magnitud (liberación de energía) y se trata de un área que la ciencia ha estudiado ampliamente para entender su funcionamiento, aunque aún existen esfuerzos por lograr su predicción.
Sin embargo, en Marte no tenemos registro de la existencia de estas placas. Entonces, ¿cómo es posible que se generen sismos? De acuerdo a la explicación entregada por el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA -centro encargado de la construcción de los rovers y landers estadounidenses que llegan a Marte- estos eventos son producidos "por un proceso continuo de enfriamiento y contracción que genera estrés" en el planeta.
Esto significa que los mecanismos internos geológicos de Marte son los responsables del posible sismo que registró el instrumento SEIS del InSight en el Sol 128.
"El estrés -causado por los procesos de enfriamiento y concentración- se acumula a lo largo de los años hasta que es lo suficientemente potente como para romper la corteza, causando un sismo", continua el centro de investigación.
En la Luna también tiembla
Cuando la humanidad logró llegar a la Luna en 1969, los astronautas de las misiones Apollo no sólo fueron a dejar su huella en el polvo lunar o clavar una bandera. En las seis veces que lograron alunizar, uno de los proyectos que mantuvieron fue el estudio de posibles sismos en su superficie.
Así, hasta 1977 se registró actividad sísmica en la Luna, anotando miles de eventos en los cinco sismógrafos que quedaron en el satélite natural de la Tierra.
Un proyecto que la NASA espera retomar cuando regrese con misiones tripuladas la Luna en 2024, según el último mandato del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que puso a este cuerpo celeste como una meta en el camino a Marte.
El temblor no fue aislado
Desde el 19 de diciembre del año pasado, cuando InSight logró instalar esta herramienta en la superficie marciana, otras tres señales fueron captadas por SEIS (sigla en inglés de Estructura Interior para el Experimento Sísmico) el 14 de marzo (Sol 105), 10 de abril (Sol 132) y 11 de abril (Sol 133), sin embargo, ninguna fue tan fuerte como la experimentada en el Sol 128 y que fue la que inició la alerta en la agencia francesa.
"El evento del Sol 128 en Marte es interesante porque tiene un tamaño y una duración que coincide con el perfil de los movimientos sísmicos detectados en la superficie de la Luna durante las misiones Apollo", explica Lor Glaze, directora de la División de Ciencia Planetaria en la NASA.
Respecto a los otros tres eventos, el JPL explica que la detección se realizó gracias a los excelentes instrumentos que tiene SEIS, pero que no reunían las condiciones necesarias para creer que realmente se trate de actividad sísmica marciana.
"Hasta ahora hemos estados recolectando ruido de fondo, pero este es el primer evento que oficialmente inicia un nuevo campo de investigación: La sismología marciana", comenta el Investigador Principal de InSight, Bruce Banerdt.