NASA/USGS (Imagen referencial)
Finalmente un equipo de la NASA ha logrado detectar la zona en la cara oculta de la Luna en que impactó el microsatélite chine Longjiang-2 gracias a la misión orbital LROC (Lunar Reconnaissance Orbiter Camera) que es capaz de tomar capturas de esta parte del cuerpo celeste.
Esta sonda fue enviada a la Luna junto al satélite de comunicaciones Queqiao el pasado 20 de mayo de 2018 por la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA, por sus siglas en inglés) y se perdió comunicación con ella el 31 de julio de este año cuando se estrelló de manera deliberada contra la superficie lunar, tras cumplir una misión de 437 días.
Con este programa, la nave de 45 kilos logró enviar de regreso al comando de control en la Tierra una serie de imágenes en alta calidad.
Ahora, el equipo del LROC de la NASA -dirigido por Daniel Estévez- estimó que la pequeña nave espacial impactó en algún lugar dentro del cráter Van Gent. El equipo utilizó estas coordenadas para obtener imágenes del área el 5 de octubre de 2019 desde una altitud de 122 kilómetros.
A través de un trabajo meticuloso de comparación entre imágenes obtenidas con anterioridad por el mismo observador se logró localizar el nuevo cráter de impacto, el que está a sólo 328 metros del sitio estimado para el choque por parte de la agencia china.
"Según la proximidad a las coordenadas de choque estimadas y el tamaño del cráter, estamos bastante seguros de que este nuevo cráter se formó como resultado del impacto de Longjiang-2", declaró Estévez.