Vistas aereas del sector de Farellones, El Colorado y La Parva.
El Mercurio (archivo)
Un estudio liderado por investigadores de la Facultad de Ciencias y Matemáticas de la Universidad de Chile proyecta que
el país perdería hasta el 50% de su nieve a fines del siglo XXI, además de una expansión de las zonas áridas hacia el sur.
La investigación, basada en proyecciones de 30 modelos climáticos globales y publicada en la revista Environmental Research Letters, reveló importantes cambios en la extensión espacial de los tipos de clima en Chile en las próximas décadas producto de las altas emisiones de CO2.
"La expansión de los desiertos en el norte de Chile y el predominio de climas templados con veranos secos en Chile central. Además, se espera que el subdominio de los Andes enfrente los cambios más dramáticos en el tipo de clima si no reducimos las emisiones de gases de efecto invernadero", señaló Nicolás Vásquez, autor principal del estudio.
Pablo Mendoza, hidrólogo y académico de la FCFM-Universidad de Chile, sostuvo que "los resultados indicarían una drástica reducción de los montos de precipitación que caerán en forma de nieve en los Andes, con un aumento en la elevación de la línea de nieves, lo que podría exacerbar el riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra en todo el país ante eventos de precipitación".
"Por lo tanto, es de suma urgencia considerar potenciales efectos del cambio climático en el diseño de obras civiles y planes de gestión de nuestros recursos hídricos", agregó Mendoza.
En esa misma línea, Miguel Lagos-Zúñiga, coautor y académico del Departamento de Obras Civiles, de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), remarcó que "muchos estudios previos indican que, para el futuro, debemos esperar condiciones más secas y cálidas. Sin embargo, al obtenerse que en la precordillera andina se proyectan reducciones que alcanzan el 50% en la precipitación en forma de nieve, y que zonas históricamente consideradas frías podrían transformarse en regiones de clima templado, se generan alarmas sobre la necesidad de adaptación en todos los sectores de la sociedad".
"Esta situación podría afectar especialmente a los ecosistemas que dependen de la nieve como fuente de suministro de agua en épocas de mayor demanda", concluyó.