EMOLTV

“Mis hijas han tenido que demostrar con creces su mérito”

01 de Febrero de 2005 | 18:07 |
imagen
En la familia Viera Gallo Chadwick los padres no son los únicos reconocidos. María José y Manuela, las hijas mayor y menor, respectivamente, ya han ocupado planas en los medios de comunicación debido a sus logros como periodista-escritora, la primera, y artista plástica, la segunda.

María Teresa Chadwick, feliz abuela de una niña de un año, hija de la del medio, María Teresa, confiesa que “el cuento de la exposición pública es bien fregado y aburrido”.

“Siempre creen que todos los logros de los hijos de los políticos son pituto. Mis hijas han tenido que demostrar con creces su mérito, todo lo que han ganado en su vida ha sido en forma anónima, con número, pero siempre existe la sospecha”, reclama.

-¿Cómo ha sido para tí esta sobre exposición?
“A mí no me pasa nada en el supermercado. Lo pasé mucho peor en el tiempo de la UP, cuando José Antonio era subsecretario de Justicia. Eso sí tuvo costos. Ese tiempo lo recuerdo, en nuestra vida familiar, como un infierno.
“Ahí la pelea era dura. Cuando íbamos al cine teníamos que entrar y salir con la luz apagada; una vez, comprando en el Unicop de Apoquindo (posterior Unimarc) y esperando a mi segunda hija, una señora me tiró el carro encima de la guata con furia por ser upelienta. Lo peor fueron los tres años de la UP”.

-¿Más que los 10 años de exilio?
“El destierro tuvo costos personales en cuanto a añoranzas, pero finalmente, hicimos una vida tranquila. Hoy miro el exilio como un beneficio para mi desarrollo profesional, la cohesión de mi familia; la relación con mis hijas se forjó en ese dolor. Pero, el castigo del exilio es lo más brutal que hay”.

-¿Cómo vivió la familia Chadwick tu salida al exilio? ¿Cómo lo vivieron tus hermanos Andrés y Herman que apoyaron el régimen militar?
“Cuando vino el golpe militar Andrés estaba en el colegio y era más bien rebelde, tenía una foto del “Che” Guevara en su dormitorio y siempre dicen que era del Mapu; de hecho, le cargó el golpe. Con los años, cuando entró a derecho, se acercó a Jaime Guzmán, pero el ´73 era el hermano chico, súper apegado a nosotros que lloraba a mares cuando partimos a Italia”.

-¿La política ha sido motivo de distanciamiento de los Chadwick?
“De los Chadwick Piñera… Lo hemos sabido manejar súper bien. Cómo valoramos mucho la hermandad, en los momentos más difíciles, que ha habido como el plebiscito, hemos sabido manejarlo. Regulamos los encuentros, no nos vemos para pelearnos, lo hacemos para compartir.
“Hablamos siempre de política, no sabemos hablar de otra cosa, pero no buscamos estar en la casa de mis padres para agarrarnos de las mechas. No estábamos cuando pensábamos que iba a haber pelea.
“Mis padres fueron maestros, supieron administrar las diferencias y valorar a cada uno en su diversidad. Jamás tomaron partido por nadie; mi madre era progresista, fundadora de la Falange, mi padre más conservador, pero respetuoso absolutamente de las ideas de sus hijos”.

Los Viera Gallo Chadwick –un clan de cuatro mujeres y un hombre- vivieron 10 años en Roma, cuestión que, según María Teresa, le abrió la mente a sus hijas.

-¿Cómo fue el choque de volver?
“Les costó; hasta el día de hoy. Hay una frase que dice que el exilio no termina con el retorno; el exilio es para siempre porque uno se ausenta por años de la vida familiar.
“Mis hijas están absolutamente marcadas, son europeas, italianas en el buen sentido de la palabra, es decir, son distintas a una niña chilena”.

-¿Esto explica que tengas tantas hijas creativas?
“José Antonio las educó en el amor a la cultura, en un desarrollo más intelectual. Uno no sabe qué influye, pero mi suegra era una artista, tenía una facilidad para hacer cosas con las manos como tapicería. En la familia Piñera también hay una veta de la búsqueda de la belleza”.

El 2001, María Teresa y su marido participaron como modelos de una obra plástica de su hija Manuela. En diferentes fotografías aparecieron en ropa interior, cuestión que no llamó a escándalo, pero sí sorprendió.

-¿Se cuestionaron ese paso?
“No tuvimos ninguna conciencia de que iba a tener la repercusión que tuvo. La Manuela estaba haciendo su tesis de grado en el desnudo. Yo la acompañé miles de veces a sacar fotos de ropa interior y cada persona que llegaba a la casa terminaba posando, hasta mi suegra. Un día me dijo ahora te toca a ti. Si hubiera sabido que iba a hacerlo me habría puesto más coquetona; esa es la única recriminación que me puedo hacer.
“Fuimos dos padres que tuvimos la disposición de formar parte de su experiencia artística, no fue por exhibicionismo”.

-¿Qué te pareció la reacción?
““No sé, hay que gente que se espantó. La reacción fue rarísima. En el caso de José Antonio, un colega dijo que un senador no podía rebajar la investidura del cargo y sólo se trataba de un padre que ayudaba a su hija”.


EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?