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“Un hijo les da un sentido de vida”

07 de Abril de 2005 | 09:30 |
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Tres son lo ítems específicos de “La agenda pro mujer” de Chile Unido: la igualdad inteligente, el verdadero liderazgo femenino y la flexibilidad laboral responsable.

Cristina de la Sotta los explica así: “La igualdad inteligente tiene que ver con el respeto a las diferencias y que hombre y mujer son complementarios; por lo tanto, la verdadera ganancia, el verdadero plus, está en que cada uno se manifieste en sus diferencias; es un mundo mixto y, en la medida en que uno aporte lo que le corresponde, vamos a tener puras ganancias, desde todo punto de vista.
“El tema del verdadero liderazgo femenino está en asumirse como mujer. Quieran o no, una mujer llega a cierta edad en que es potencialmente madre hasta que llega a otra edad. Querer negarlo es querer tapar con un dedo. Es una realidad.
“El tercero, es la flexibilidad laboral responsable. Nos hemos dado cuenta, y esto es un proceso que se ha vivido en el mundo entero, que la flexibilidad laboral produce mucha desconfianza, mucho temor, de parte de las autoridades, de los empresarios y de los propios trabajadores. Nuestra premisa es que en la medida que las cosas se hagan con responsabilidad, la flexibilidad laboral se convertirá en realidad”.

La corporación intenta crear opinión a través de los medios de comunicación. Para este año las actividades comprenden un encuentro de empresarios bajo el título -“Las buenas políticas laborales se pueden replicar”- en donde revisaran los casos de aquéllos que se la han jugado por su gente. “Es que es verdad que hay gente que hace el bien y no se da cuenta, eso es muy masculino, porque sólo están mirando la meta”, dice Cristina.

También se realizará el tercer seminario de mujer, cuyo tema será la igualdad inteligente y el liderazgo femenino. Expondrá un financista norteamericano que sostiene que los buenos padres pueden ser buenos empresarios y viceversa. “Va a ser interesante escuchar a un hombre sobre cómo ha logrado esto”. Invitarán, además, al candidato de la Alianza y a las precandidatas de la Concertación a un panel para que planteen el proyecto mujer de sus respectivos gobiernos.

Pero la labor de Chile Unido no se relaciona, exclusivamente, con la mujer desde la perspectiva del trabajo, sino también de los temas valóricos, como el valor de la vida y la comunicación intrafamiliar. En ese marco desarrollan dos campañas distintas hace varios años: “Acoge una vida” y “Comunícate”.

La primera partió en 1999 como una forma de defender el valor de la vida, pero de manera más propositiva; se buscó ayudar a resolver los conflictos y para eso crearon un teléfono 800 donde se reciben llamadas anónimas que canalizan. El otro programa, “Comunícate”, cuenta con un suplemento de afectividad y vida sexual en el diario La Cuarta.

-En “Acoge una vida”, ¿qué pasa con la llamada recibida?
“Llaman las propias afectadas, sus padres, el pololo o una amiga, pero siempre detrás de la llamada hay una mujer con un embarazo no deseado. Por eso, la acogemos y vemos cómo la podemos ayudar; trabajamos con una red de apoyo, ya sea instituciones o personas naturales que estamos en lo mismo, buscando salvar estas vidas y apoyar a estas mujeres. Si necesita ecografía, ginecólogo, hospital, si quiere dar la guaguita en adopción, ahí estamos. Juntamos cositas, ropa y le hacemos un seguimiento hasta que la guagua cumple un año; eso es maravilloso y es una de las cosas más reconfortantes que nos ha pasado aquí en la Fundación”.

-¿Tienen estadísticas?
“Yo te diría que hemos salvado más de tres mil vidas en los cinco años del programa. Lo más maravilloso es cuando ves estas guaguas cuidaditas, sonrientes y te das cuenta que podrían no estar y ahora son inmensamente queridas y, muchas de ellas, contribuyeron a darle sentido a la vida de la madre y también de la familia. Compruebas que el aborto es una mala decisión que se toma en momentos de crisis absoluta.
“Es una decisión irreversible, pero cuando le tiendes la mano a una mujer que está en esa situación, nuestra experiencia es que siempre hay respuesta. La mayoría se queda con su guagua, entre el 70 y el 20 %”.

El tema la apasiona y continúa sin parar: “Estamos en una época que con todo este cuento de que la mujer es dueña de su cuerpo y de su sexualidad, donde todo apunta a fortalecer eso y nada a fortalecer la vida. Y es bien absurdo, porque la gente está a favor de la vida y las políticas públicas apuntan al derecho de la mujer a disponer de su cuerpo. Es cómo esquizoide la cuestión”.

-¿A qué lo atribuyes?
“Nosotros vivíamos en un país donde había un orden preestablecido, ese orden se ha roto y tenemos que entenderlo. Necesitamos hoy día hacer sentir nuestra voz también, que se oiga que estamos a favor de la vida, que oigan a los que creemos que esto no está bien. Estamos tan acostumbrados que creemos que las cosas se dan por hecho, pero mira, por último, si creen que la píldora es la solución y son demócratas, denme también la posibilidad de desarrollar mi proyecto alternativo, eso es democracia”.

-¿Estás contenta con los resultados?
“En el caso de las chiquillas más jóvenes el embarazo es un signo de algo, de falta de afectividad, de necesidad de que se fijen en ella. En el fondo se meten en una vida de grandes, pero en búsqueda de cariño, son personas que están muy solas. Ésa es una característica transversal y básica.
“Esta guagua, la mayoría de las veces, es inconscientemente deseada. Cuando son chicas te das cuenta que no piensan en el aborto, es alguien que está alrededor de ellas, la que piensa en el aborto; ellas, al contrario, se aferran a su guagua. Después la tiene y te das cuenta que lejos de truncarles la vida, les da un sentido de vida, se transforman, la maternidad las hace madurar. Si además logras que la familia se cuadre alrededor, estás salvando una familia entera”.

- ¿Cómo te paras frente a la postergación de la maternidad por parte de algunas mujeres?
“Insisto en que Chile todavía está en la colita, pero estamos siguiendo el modelo europeo con la baja en la tasa de natalidad, vamos para allá si no tomamos conciencia de eso. Es tan paradójico, porque la mujer posterga la maternidad, porque tiene derecho a realizarse, tiene derecho a esto y a lo otro y no se da cuenta que lo único que está haciendo es someterse al esquema preestablecido, en una época distinta, en que los únicos que hacían esto eran los hombres. Yo soy libre, entonces postergo mi maternidad, o sea ¡perdón! Tú eres más esclava que nadie, estás postergando lo más íntimo tuyo para someterte a un régimen que no te acomoda, yo lo veo desde la otra mirada y pienso, te insisto, que es un sometimiento a este sistema que no nos acomoda”.
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