El clásico ‘malón’ (si es que alguien sabe lo qué es) ha quedado relegado a una realidad añeja. Su partida ha dado paso a una forma mucho más cosmopolita de diversión donde los restoranes, pubs y discos son los reyes de la fiesta.
Así lo revela un estudio realizado por el Centro de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Universidad Central sobre cuáles son las nuevas prácticas sociales en nuestra capital en referencia a la diversión y el ocio.
Según esta investigación el 63,9% de los encuestados sale a divertirse a lugares públicos, mientras que el 35% visita casas particulares.
El sociólogo Emilio Torres, de la Universidad Central, destaca los datos recogidos señalando que ellos revelan la evolución cultural que los chilenos han experimentado.
“Los gustos se diversificaron en distintos estratos. Pensemos que hace unas décadas atrás la gente salía muy esporádicamente para ocasiones muy especiales. Ahora eso se transformó y el hábito de salir se convirtió en algo establecido y normal tanto para las parejas casadas, los jóvenes, personas solteras, etc. Eso está vinculado a una transformación transversal de la sociedad chilena que ha ido de la mano con los avances económicos”, señala.
El sondeo telefónico se realizó entre 300 personas entre los 18 y 65 años de la Región Metropolitana, con un error muestral del 5,65%.
Según el sociólogo, tales resultados muestran el nivel de modernización que nuestro país ha alcanzado: “Estos datos resultan consistentes con un proceso de modernización social que ha vivido la sociedad chilena, en el cual las interacciones y las costumbres se orientan especialmente hacia espacios sociales heterogéneos, estimulantes y más centrados en experiencias placenteras e individualistas, por sobre la búsqueda de satisfacciones de índole afectivo y familiar”.
Asimismo, un aspecto importante de destacar tiene que ver con el posicionamiento de la mujer en el ‘carrete’. Una de las conclusiones que se sacó del sondeo tiene relación con esta nueva realidad. “Pese a que el estudio hace algunos cruces por edad y sexo, podemos ver que las personas de ambos sexos tienden a equipararse. Años atrás las mujeres tenían panoramas mucho más conservadores que los hombres, pero ahora se hace habitual que las mujeres salgan solas, con sus compañeros de trabajo y no solamente en familia”, sostiene.
El estudio recalca además que la mayoría de las personas declara salir todas las semanas (78,3%), ya sea los fines de semana (38%) o al menos una vez por semana (33%), y sólo una minoría declara no salir (21,7%). Tal tendencia se ve favorecida por el incremento del poder adquisitivo del ciudadano medio. Ahora, los chilenos no se complican en gastar dinero en ocasiones de diversión y más seguido. Por algo, más del 90% de los encuestados señaló que realiza gastos en sus salidas, en su mayoría entre 5 y 10 mil pesos (35%), y sólo un (8,7%) indicó no gastar dinero.
Asimismo, los viernes (43%) y sábados (41%) son los días preferidos para salir de fiesta. La noción de ‘carrete’ en este período de la semana cobra fuerza y es la que más se elige, debido a que “se pone énfasis en la diversión como juerga y en las interacciones con desconocidos”, explica Torres.
Con estos hallazgos se evidencia que el contenido cultural ya no privilegia el encuentro familiar, propio de una sociedad tradicional si no que se ha dado paso a uno que favorece la diversión como un momento de evasión considerando “los niveles de exigencia y eficiencia laboral, de un medio urbano cada vez más estresante y sobre-estimulante”.
A juicio del académico, estas cifras “sugieren una transformación en las pautas de comportamiento y uso del tiempo libre de los habitantes de grandes ciudades, como Santiago, los cuales resultan consistentes con una orientación más cosmopolita y un incremento en los recursos económicos disponibles para gastos en diversión”.
