Chile ingresó al top 10 de los sistemas de pensiones mejor evaluados en el índice global que anualmente elaboran Mercer y CFA Society, pero no logró superar la tercera categoría de la medición con la calificación "B".
El grupo "A" es aquel que agrupa a los sistemas más robustos en cuanto a los beneficios que entregan, la sostenibilidad de los mismos y su integridad, y que consistentemente es liderado por los mismos cuatro integrantes: Países Bajos, Islandia, Dinamarca e Israel. El quinto mejor posicionado es Singapur, pero lidera el grupo "B+".
Cada una de estas naciones cuenta con esquemas distintos, pero sus puntos en común entregan directrices respecto de cómo avanzar hacia sistemas más equilibrados y con mejores resultados.
Todos presentan un esquema multipilar con una pensión mínima en la base, pero el líder de Wealth de Mercer Chile, Joaquín Ramírez, sostiene que una de las claves para su buena evaluación está en cómo han ido actualizando este diseño en función del envejecimiento de la población para hacerlo financieramente sostenible.
"Tienen una condición demográfica muy parecida a la de Chile, donde hay muchas personas de mayor edad y muy pocas personas más jóvenes que pueden darle sustento a ese sistema. Por lo tanto, están siendo obligados a mirar el sistema de capitalización individual", explicó a El Mercurio.
Formalidad y parámetros
Además del diseño del sistema, el gerente general de Ciedess, Rodrigo Gutiérrez, plantea que una de las grandes ventajas de este grupo radica en sus parámetros de ahorro y empleo.
"Todos son Estados que combinan altos grados de formalidad laboral, altas edades de jubilación, y periodos de cotizaciones completas y/o evitar filtros de focalización en el caso de las pensiones públicas", detalla.
En este sentido, Gutiérrez también enfatiza en el diseño de los incentivos para obtener beneficios del sistema.
"Por lo general, el periodo de aportes exigido es de 40 años, mientras que las edades de jubilación se encuentran entre los 70 años (Israel, hombres) y los 67 años (Países Bajos e Islandia) conforme datos de la Internacional Social Security Association (ISSA).
Si bien muchos de estos países han sido bien evaluados por la suficiencia de sus pensiones basadas en esquemas de reparto, la vicepresidenta ejecutiva de la FIAP, Agrupación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones, Karol Fernández, destaca que en lo más reciente han ido revirtiendo esa tendencia con una componente de ahorro individual capitalizado relevante en los tres mejor evaluados.
"En el caso de Países Bajos, continúa en medio del cambio de una estructura colectiva de beneficios definidos a un enfoque más individual de contribución definida. Ello confirma que la tendencias demográficas y las nuevas formas de empleo hacen que los países empiecen a incorporar cada vez con más fuerza los sistemas basados en el ahorro", ejemplifica.
El caso Europeo
Aunque cinco de los países mejor evaluados son europeos, las naciones más pobladas del continente como España, Italia, Francia, Alemania, o Polonia, están más rezagadas y han ido consistentemente a la baja, todos estos sistemas destacan por la relevancia de sus beneficios, pero se diferencian en presentar políticas que debilitan su sostenibilidad.
Según presentó Francesco Briganti, secretario general CBBA Europa, organización que promueve los planes con beneficios transnacionales en el continente, en el marco de un seminario internacional organizado por la FIAP, existe un conflicto dado por el hecho que estos países gastan más del 10% del PIB anual pese a que las contribuciones -entre aportes individuales y colectivos- oscilan entre 20% y 30%, lo que también supone un desafío a la hora de introducir nuevos pilares de capitalización individual como lo han hecho los mejores del ranking.
