Lamentablemente la principal causa de infertilidad que veo a diario en mis pacientes, es la edad de la mujer. Injusticia de género o no, lo cierto es que -a diferencia de lo que ocurre con los hombres- la mujer tiene un reloj biológico de los óvulos que determina sus posibilidades de ser madre.
Sin duda que la mujer de hoy es muy diferente a la de hace 50 años: está empoderada, inserta activamente en el campo laboral y tiene total manejo de su planificación familiar. Sin embargo, hay algo que sigue y seguirá intacto por siempre: este reloj biológico que actúa como una espada de Damocles, porque si bien la calidad del óvulo comienza a decaer desde los 20 años, desde los 35 esta caída se acentúa de manera vertiginosa.
Frases del tipo "no se preocupe mijita, que usted podrá quedar embarazada sin problemas a los 40", son más comunes de lo que uno piensa. Y lo peor de todo, es que vienen de los mismos ginecólogos que, al atender sólo a mujeres embarazadas, están totalmente alejados del mundo de la infertilidad.
Así como el ginecólogo le advierte a una mujer la importancia de realizarse un PAP para prevenir el cáncer cervicouterino, también le debería advertir sobre la pérdida natural de la fertilidad y ofrecer la posibilidad de congelar óvulos. Hoy infelizmente eso no ocurre porque existe una tremenda desinformación al respecto.
En la actualidad Chile presenta una tasa de fecundidad de 1,8 por mujer, lo cual está muy por debajo de la tasa de recambio poblacional. A su vez las chilenas no sólo desean tener menos hijos que sus padres, sino más tarde. Todo esto se traduce en un aumento de embarazo en mujeres mayores y menos embarazos por mujer.
Frente a este escenario es fundamental educar a nuestras pacientes, advertirles de forma permanente que la calidad de sus óvulos va disminuyendo con el paso de los años y que como tal las posibilidades de ser madre se van acortando.
Así como hace 55 años atrás la irrupción de la píldora anticonceptiva implicó un tremendo aporte en la vida de la mujer, la criopreservación de óvulos es hoy un tremendo avance en la salud reproductiva femenina ya que permite detener el reloj biológico de los ovocitos, mejorando con ello las posibilidades de embarazo en mujeres mayores.
Por lo tanto, es importante advertirles a nuestras pacientes que en cuanto antes se congele, mejor. Por lo demás, independiente de la edad, una mujer nunca debiera perder las esperanzas de convertirse en madre.
Dr. Ricardo Pommer, Past President Sociedad Chilena de Medicina Reproductiva (SOCMER), Jefe de la Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Monteblanco.
