Hay quienes aman viajar y, además, vivir nuevas experiencias gastronómicas. Aseguran que mediante la comida se puede conocer la idiosincrasia de un país y además llegar a lugares nunca antes pensados.
Por eso, no resulta extraño que el turismo gastronómico sea una tendencia que se mantiene a través del tiempo y que constantemente suman nuevos seguidores que no solo planifican sus vacaciones en lugares que ofrecen descanso y diversión, sino que además prometen ser un placer para el paladar.
En COCHA explican que “la comida es una parte trascendental de la experiencia de viaje” y que año a año hay más turistas que seleccionan sus destinos preocupados de vivir una buena experiencia culinaria.
“El turismo gastronómico ha aumentado en los últimos años. Hay gente que, por ejemplo, recorre Francia detrás de recetas gourmet, personas que se instalan en la Toscana para aprender de sus vinos y preparaciones; incluso hay turistas que viaja a Nueva York para hacer sus propias rutas de pizzas y cheesecakes”
COCHA
“El turismo gastronómico ha aumentado en los últimos años. Hay gente que, por ejemplo, recorre Francia detrás de recetas gourmet, personas que se instalan en la Toscana para aprender de sus vinos y preparaciones; incluso hay turistas que viaja a Nueva York para hacer sus propias rutas de pizzas y cheesecakes”, explican en la agencia de viajes.
Si se trata de los amantes de los dulces, aquí detallamos 10 alternativas para dar la vuelta al mundo buscando igual número de preparaciones que se han hecho mundialmente conocidas y que son, sin duda, un destino obligado para los amantes de la repostería.
Tiramisú, Italia
(492 calorías la porción) - Este es un postre frio cuyo origen se sitúa en Italia donde existen distintos tipos de preparaciones que convergen en la utilización de café y un poco de licor. El Gobierno regional del Véneto ha pedido a la Unión Europea que le dé a esa zona la autoría del postre a través de su sello de Especialidad Tradicional Garantizada (ETG).
Aunque no está claro su origen, la historia más aceptada de este postre lo sitúa durante la post guerra -años 50- en los burdeles del norte de Italia donde se ofrecía esta delicatesen como un tentempié a quienes concurrían a estos locales.
Crema de Sant Josep, España
(237 calorías la porción) - Este postre, propio de la cocina catalana y española en general, también es conocido como “crema quemada” y su preparación consiste en una crema pastelera hecha con yema de huevo al que se le cubre con una capa de azúcar caramelizada para darle un toque crujiente tras su cocción.
La tradición española indica que la crema catalana o crema quemada debe ser comida el 19 de marzo, para el día de los José y Josefas, y también para el día del padre.
Cheesecake, Estados Unidos
(257 calorías la porción) - Esta es una de las especialidades más conocidas en la repostería americana. Pese a ello, su origen se vincula a los primeros Juegos Olímpicos de la historia, en la Grecia del año 776 a.C. Donde era preparado para dar energía a los atletas.
Hoy Nueva York es considerada la meca del cheesecake o tarta de queso como también se le conoce. Los más populares son los de Junior’s, con locales en Brooklyn y Times Square.
Baklava, Medio Oriente
(334 calorías la porción) - Este dulce se elabora sobre la base de una pasta de nueces trituradas que se distribuye en una masa muy fina, casi traslúcida, conocida como filo y que se prepara con harina de trigo, agua y aceite. Posteriormente se baña en almíbar o jarabe de miel para luego ser fritos en aceite. Es ideal para tomar café o té de hierbas para ayudar a la digestión.
Pávlova, Oceanía
(272 calorías la porción) - Esta torta fue creada a principios del siglo XX en honor a la bailarina rusa de ballet Anna Pávlova y forma parte de la larga lista de disputas amistosas entre Australia y Nueva Zelandia.
Se trata de un postre elaborado sobre la base de merengue que tras su cocción al horno queda crujiente en su parte externa y cremoso y suave en su interior.
Kürtöskalács, Hungría
(274 calorías la porción) - Este dulce con forma de chimenea fue creado en Transilvania, cuando ésta todavía era parte de Hungría. Sin ir más lejos su nombre se divide en “kalács" que significa pastel y "kürtos" que se traduce en chimenea.
Su preparación es quizá una de las más complejas ya que se hace a la brazas. ¿El mejor? Las 8 variedades de sabores que preparan en la Pastelería Molnár’s Kürtöskalács (Váciucta 31), en Budapest.
Torta Sacher, Austria
(383 calorías la porción) - Este postre es considerado por muchos como la mejor preparación de chocolate y se ha transformado en una perdición para los amantes de este dulce que llegan a Austria para conocer el lugar donde fue creado en 1832.
Si bien aún hay muchos lugares donde se ofrece este pastel, la recomendación es ir al Hotel Sacher Wien, en Viena, cuna de este pastel y donde aún se prepara con la receta original.
Gulab Jamun, India
(215 calorías la porción) - Este es uno de los postres más típicos de la India no son otra cosa que bolas de leche fritas cubiertas con miel. En Delhi, la recomendación es degustar las preparaciones de Haldiram’s, Bikanervala y Nathu’s; y en Mumbai, las de Kailash Parbat.
Daifuku, Japón
(115 calorías la porción) - Este pequeño pastel de arroz (llamado mochi) se sirve relleno con frutas, chocolate y helado de té verde. Suele ir cubierto por una fina capa de harina o de taro (satoimo), para que no se peguen entre ellos ni en los dedos.
Melktert, Sudáfrica
(357 calorías la porción) - Este postre se hace con azúcar, harina, huevos y mucha, mucha leche. De ahí que en Afrikaans el nombre de este dulce signifique tarta de leche. Quienes lo han degustado aseguran que es ideal acompañarlo con un té rojo saborizado con canela, cardamomo y chocolate.