SANTIAGO.- La llegada de un nuevo integrante a la familia es, la mayoría de las veces, un motivo de felicidad. Pero cuando el nacimiento es prematuro, es decir, ocurre antes de las 37 semanas de gestación, a la alegría se suma un sentimiento de gran preocupación.
¿Cómo lograr que el recién nacido esté cómodo, seguro, y continúe creciendo y desarrollándose saludablemente, tal como si estuviera en el vientre de su madre? En un hospital de Dinamarca hallaron la solución con los denominados "pulpitos solidarios".
Se trata de muñecos tejidos a crochet que imitan la forma de los octópodos, incluidos sus tentáculos. Estos sirven para que los pequeños se tomen y jueguen -tal como se piensa que lo hacen con el cordón umbilical cuando están en el útero materno-, y de esa manera no se tiren ni arranquen las sondas a las que comúnmente están conectados, mejorando así sus niveles de oxígeno en la sangre y sus latidos cardíacos.
Algo que respalda Daniel Lockyer, médico de Poole Hospital en Inglaterra. "Quedamos impresionados cuando nos enteramos de la diferencia que puede hacer un pulpo de juguete en los niños prematuros. Es que es increíble cómo algo tan simple puede consolar a un bebé y ayudarlos a sentirse mejor", ha señalado.
Sin embargo, Paulina Toso, pediatra neonatóloga de la Sociedad Chilena de Pediatría, no piensa no lo mismo. "Primeramente, no está demostrado que los niños en el útero jueguen con el cordón umbilical. Hay muchas opiniones de padres y personal clínico que dicen que ayudarían a los niños, pero no existe literatura científica, por lo menos en los medios habituales, que diga algo respecto a los pulpitos solidarios. Ni bueno, ni malo", destaca la especialista.
Una idea que se ha extendido rápidamente
El proyecto Spruttegruppen comenzó cuando el padre de una niña prematura, le escribió a Josefine Hagen Solgaard, una bloguera y tejedora danesa, para saber si ella vendía pulpitos tejidos a crochet o si sabía dónde comprar algo parecido.
"Las enfermeras nos han dicho que le convendría un pulpo de crochet como peluche, porque ella todavía cree que está en el vientre de su madre y los tentáculos del pulpo le recordarían al cordón umbilical", fue parte de lo que el angustiado padre escribió.
Sin pensarlo dos veces, Josefine se puso manos a la obra y tejió el que sería el primero de los 168 pulpitos solidarios que han sido entregados al área de neonatología del Hospital de la Universidad de Aarhus, dando así también el puntapié inicial para el surgimiento del movimiento "The Danish Octo Proyect", un espacio solidario de tejedoras, y que abastece a 17 hospitales de Dinamarca y Groenlandia, centros donde a la fecha han entregado más de 22 mil "pulpitos solidarios".
Después de eso, la técnica fue rápidamente usada en las neonatologías de hospitales Inglaterra, Bélgica, Francia y Polonia. Desde hace poco también ha comenzado a verse en Estados Unidos, además de Canadá y España.
¿Y en Chile? Aunque no ha sido implementado a nivel nacional, existe un grupo de padres que se encuentran trabajando en la confección de los "pulpitos solidarios", y conversando con distintos centros hospitalarios públicos y privados para poder donar los muñecos.
"Ha sido un poco difícil, ya que la gente tiene temor al material del cual están hechos estos pulpitos", explican desde el grupo "Pulpitos para bebés prematuros a ganchillo Chile". En este sentido, señalaron que de no prosperar las conversaciones, todo lo recolectado será enviado a República Dominicana y a otros países que estén involucrados en el proyecto.
¿Cómo hacer un "pulpito solidario"?
Para aquellos que se entusiasmen en participar de tan noble proyecto, es importante que sepan que no es llegar y tejer un "pulpito solidario", sino que es importante seguir algunas indicaciones, entre ellas:
- Deben estar tejidos a crochet, con hilo de algodón o bambú.
- El relleno debe ser de fibra sintética y no debe salirse del muñeco.
- Los ojos no deben ser de botones, para evitar cualquier riesgo de que se desprendan.
- No deben lavarse antes de enviarlo, ya que los muñecos son higienizados antes de ser entregados a los hospitales.
- Los tentáculos no deben superar los 22 cm, ya que si son más largos podrían provocar accidentes.
