SANTIAGO.- Una tortuosa espera es la que enfrentan Connie y Chris Gard, ya que se espera que el juez que analiza el caso de su pequeño hijo de siete meses, dé a conocer su decisión final sobre el futuro del niño recién el viernes.
Cabe recordar que Charlie padece una extraña condición genética que no tiene cura, y que hace que sus órganos y músculos se debiliten progresivamente. Y si bien, los médicos que lo atienden en el hospital Great Ormond Street de Londres han recomendado que sea desconectado, sus padres quieren agotar todas las posibilidades, entre ellas un tratamiento pionero que realiza un médico en Estados Unidos.
Es por esto que a comienzos de marzo pasado, el juez Justice Francis fijó un plazo de 31 días para que Connie y Chris reunieran los casi mil millones de pesos que necesitan para llevar a Charlie a Estados Unidos. Pero a pesar de que la pareja pudo recaudar el dinero con la ayuda de miles de personas, el magistrado aún debe decidir si autoriza el viaje u ordena la desconexión del niño.
Ayer el matrimonio asistió a la audiencia celebrada en el Tribunal Supremo de Londres, en la que debieron escuchar de boca de los médicos, que existe una "extremadamente pequeña" posibilidad de salvar a su hijo y que lo mejor para él es dejarlo morir con dignidad.
Para apoyar esta posición, la abogada que representa al hospital donde Charlie permanece internado, mostró los resultados de un escáner cerebral que evidencian que el niño está en la etapa terminal de su enfermedad. Agregó que es probable que el pequeño experimente dolor, y que además está sordo y ciego.
"Charlie está sufriendo", sostuvo la abogada, y añadió que la terapia experimental que el niño recibiría en Estados Unidos, también se le podría aplicar en Gran Bretaña, pero "no sentimos que sea lo correcto para este niño en este momento, debido al sufrimiento y a la extensión del daño neurológico".
Por su parte, el propio médico que realiza el tratamiento pionero en el que los Gard tienen puestas sus esperanzas, afirmó a través de un contacto telefónico que no se había dado cuenta de lo mal que estaba Charlie. No obstante, dijo estar dispuesto a recibirlo en su país y hacer todo lo posible por ayudarlo.
Según afirman hoy los medios británicos, la propuesta del médico estadounidense molestó a los especialistas que atienden a Charlie en Londres, y aseguraron que él está más interesado en el dinero de los Gard que en ayudar al niño.
Ante lo delicado del caso, el juez Francis determinó ayer que no tomará ninguna decisión apresurada. Aunque mañana podría pronunciarse al respecto, se espera que recién el viernes dé a conocer su decisión definitiva sobre el futuro del pequeño Charlie.