Los padres de Charlie apelarán a la decisión del juez Francis.
Reuters
SANTIAGO.- Completamente devastados. Así se encuentran Chris y Connie Gard tras escuchar hoy la decisión del juez Justice Francis, en relación al caso de Charlie, su hijo de tan solo siete meses afectado por una rara condición genética.
Tomando en cuenta los diversos testimonios que se presentaron durante varias audiencias que tuvieron lugar la semana pasada en el Tribunal Supremo de Londres, el magistrado finalmente resolvió no permitir que el niño sea trasladado a Estados Unidos donde recibiría un tratamiento pionero y, en cambio, autorizar que Charlie sea desconectado de los aparatos que lo mantienen con vida.
"¡No!", gritaron conmocionados los padres del pequeño cuando el juez dio a conocer su decisión que -aseguró- tomó con "total convicción".
"En el mejor de los intereses para Charlie (...) ordeno que el Great Ormond Street pueda retirar legalmente todo el tratamiento a excepción del cuidado paliativo, para permitir que Charlie muera con dignidad", afirmó el magistrado, quien también agradeció a los expertos que se presentaron en las audiencias y, sobre todo, a los devotos padres de Charlie.
"Quiero agradecerles a los padres de Charlie por la valiente y digna campaña que han realizado en nombre de Charlie, pero más que nada rendir tributo a su absoluta dedicación a su maravilloso niño desde el día en que nació", sostuvo el juez.
Charlie padece una extraña condición genética que no tiene cura, y que hace que sus órganos y músculos se debiliten progresivamente. Los médicos que lo atienden en el hospital Great Ormond Street les recomendaron a sus padres que fuera desconectado para que tuviera una muerte digna, pero Chris y Connie tenían puestas sus esperanzas en un tratamiento pionero que les ofreció un médico estadounidense.
El caso llegó a la Justicia a comienzos de marzo pasado y entonces el juez Francis les dio un plazo de 31 días para reunir los casi mil millones de pesos que necesitaban para llevar al niño al otro lado del Atlántico. Y aunque la pareja logró recaudar el dinero, con la resolución de hoy están imposibilitados de llevar a su hijo a Estados Unidos.
"Ellos están luchando por entender por qué la corte no le dio a Charlie la oportunidad de tratarse en Norteamérica", señaló Laura Hobey-Hamsher, abogada de los Gard, tras la audiencia de hoy. Asimismo, anunció que los padres de Charlie apelarán a la decisión del juez Francis, proceso legal que puede tomar hasta 21 días y durante el cual el niño no puede ser desconectado.