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SANTIAGO.- La población chilena está envejeciendo... eso es un hecho. En nuestro país viven actualmente más de tres millones de personas que son consideradas adultos mayores, es decir, un 18% de la población tiene más de 60 años, según cifras del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama). Y como el paso del tiempo es inevitable, todos -algunos más temprano y otros más tarde- algún día seremos considerados como "viejos".
Por esta razón, y tomando en cuenta los recientes casos de la actriz Violeta Vidaurre -de quien se dijo había sido llevada en contra de su voluntad a un hogar de ancianos- y del recinto en la comuna de Providencia que el fin de semana pasado se incendió, provocando la muerte de dos abuelitos, es legítimo preguntarse: ¿dónde y cómo es mejor vivir los "años dorados" en Chile?
Básicamente se puede decir que para los adultos mayores solo existen dos posibilidades: quedarse en su propia casa o en la de algún familiar al cuidado de una persona capacitada y de confianza; o bien, ingresar a un hogar de ancianos, residencia, casa de reposo o el nombre que se les prefiera dar a estos establecimientos "de larga estadía", como los define el Senama.
Miriam Mendoza es un ejemplo del primer caso. Esta mujer de 88 años, que en diciembre dejó de trabajar en la cafetería de un colegio, actualmente vive en su departamento con un nieto y su esposa, aunque pronto se quedará sola, ya que la pareja se irá a vivir al sur. Sin embargo, nunca ha pensado en ingresar a una residencia.
"Nunca se me ha ocurrido. Tengo 88 años y soy muy activa (...) Tengo 13 nietos y 14 bisnietos, y siempre estoy feliz de verlos y tenerlos. Por eso me gusta vivir en mi casa", explica.
Miriam añade que, además, considera que la vida en un hogar es muy solitaria. "Una en la vida da mucho cariño y que después te olviden es muy triste", opina.
Irma Gutiérrez, en tanto, reside en una casa de retiro. "Mi salud ya no me permitía vivir sola en un departamento. Soy viuda y tengo dos hijos. Ellos querían que viviera con ellos, pero en realidad yo consideré que estaba más sola en su casa, porque tienen otro tipo de vida (...) Además, mi salud estaba mal, tendría que haber estado con enfermera día y noche, más una nana porque no podía salir sola", cuenta a Emol.
Por esta razón, los hijos de esta mujer de 84 años decidieron buscarle el mejor lugar que pudieran costear y hallaron una casa donde -dice Irma- "todo está acondicionado para mi edad, tiene todas las comodidades para una persona adulta y delicada de salud".
¿Vive feliz?, le preguntamos. "No me gusta decir que estoy feliz. Sí estoy satisfecha con la decisión que tomé, estoy cómoda (...) Pero una echa de menos su casa", contesta, y agrega que si su condición hubiera sido otra, sin duda se hubiera quedado en su departamento.
"Las residencias son necesarias, aunque están muy vilipendiadas"
Según el Senama, diversos estudios indican que los adultos mayores son más felices manteniéndose donde siempre han vivido y es por esto que para el organismo lo más recomendable es que las personas vivan la vejez en su propia casa.
"El mejor lugar para envejecer es el hogar de la persona mayor, donde están sus recuerdos, sus historias, sus cosas", afirma Rubén Valenzuela, director del organismo.
Algo en lo que coincide Alejandro Varas, geriatra de la Clínica Ciudad del Mar, quien eso sí aclara que esa opción solo es posible si se trata de un adulto mayor autovalente.
"Una parte importante de los ancianos de Chile están bien, es decir, son bastante saludables y pueden vivir perfectamente en sus casas. Pero para eso también tienen que demostrar autovalencia, tanto mental como física. Si reúnen eso, lo mejor es que vivan en sus casas", señala el especialista.
Ahora, si la persona de la tercera edad presenta un deterioro cognitivo que evoluciona hacia una demencia, la situación cambia. "No puede vivir solo y lo mejor es que tenga un cuidador", explica Alejandro Varas. La otra alternativa es que viva con un familiar, lo que muchas veces es complicado, sobre todo si el adulto mayor presenta problemas conductuales.
En este caso y también en aquellos en que los ancianos son personas solas, sin hijos o familiares ni medios económicos como para costear a un cuidador 24/7, la mejor de las opciones es que ingrese a un hogar de retiro.
"Las residencias son lugares necesarios, aunque están muy vilipendiadas", asegura el geriatra, y añade que, ante la enorme oferta que existe actualmente -"hay algunas muy buenas, otras buenas, algunas malas y otras muy malas", dice- es labor de la familia hacer la mejor elección dentro de las posibilidades.
En este sentido, el director del Senama explicó en entrevista con EmolTV, que en Chile existen 12 establecimientos estatales, que actualmente albergan a unos 600 residentes. También hay instituciones sin fines de lucro, que muchas veces están ligadas a la iglesia, como es el caso de la Fundación Las Rosas el Hogar de Cristo. Y además están los establecimiento privados, algunos más económicos y otros de alto costo, aunque todos deben cumplir con ciertos requisitos como:
1.- Contar con autorización sanitaria, proporcionada por la Seremi de Salud, la que establece estándares sanitarios, de infraestructura, etc.
2.- Tener personalidad jurídica, en el caso de las instituciones sin fines de lucro, o patente comercial, si son establecimientos privados.
Valenzuela también señaló que la familia debe recorrer el lugar y verificar la calidad del recinto, pero -enfatizó- lo más importante de todo es no dejar al familiar abandonado.
"La familia o tutor no se desentiende de la persona mayor una vez que ingresa a la residencia, sino que debe seguir en contacto, haciendo visitas frecuentes, las que junto con seguir entregando el afecto que necesita la persona mayor, sirven además para ir chequeando todos los aspectos del funcionamiento del lugar", concluyó el director del Senama.
