LONDRES.- Un molesto padre denunció que su hija de solo cinco años fue multada por instalar un puesto de limonada casera en la calle, con la intención de vender la bebida a los asistentes a un festival de música en Gran Bretaña. El hecho ocurrió el fin de semana pasado en Mile End, al este de Londres, y dejó a la pequeña totalmente asustada y frustrada.
Andre Spicer, el papá de la niña, relató el desagradable episodio en una columna que escribió para The Telegraph. Allí señaló que la idea de instalar el puesto de limonada nació de su propia hija, como una forma de entretenerse durante las vacaciones de verano.
"Sonaba muy estadounidense, pero la entretenía y ella incluso podría aprender una cosa o dos. Así que, empecé a buscar recetas de limonadas", contó Spicer, quien es profesor de la City University de Londres.
Tras 30 minutos de trabajo con la licuadora, padre e hija elaboraron tres jarros de limonada y fijaron los precios a los que se vendería la bebida: 50 peniques (unos 420 pesos) el vaso pequeños y 1 libra (unos 845 pesos) el grande.
"Mi hija se paró orgullosa frente a la mesa y gritó '¿quién quiere limonada?'. En un minuto tuvo su primer cliente", agregó Spicer.
La venta fue todo un éxito y la limonada se acabó en poco tiempo, en tanto que la niña estaba orgullosa de sus ganancias. Sin embargo, de pronto cuatro oficiales se les acercaron para informarles que como la pequeña no tenía permiso de comercio, tendría que pagar una multa de 150 libras (unos 127 mil pesos).
"Mi hija estalló en lágrimas, repitiendo una y otra vez '¿hice algo malo?. Después de cinco minutos, el trabajo de los oficiales estaba hecho y continuaron su camino. Nosotros recogimos las cosas y nos volvimos a casa. Mi hija sollozó todo el camino", continuó Spicer.
La columna publicada por el molesto padre fue muy comentada y compartida en las redes sociales, por lo que rápidamente llegó a oídos de las autoridades del Concejo Municipal, quienes hoy emitieron un comunicado al respecto.
"Lamentamos mucho que esto haya sucedido. Esperamos que nuestros agentes del orden demuestren su sentido común y utilicen sus poderes de manera sensata. Evidentemente, no fue así en este caso", señalaron.
"La multa será cancelada de inmediato, y nos pondremos en contacto con el profesor Spicer y su hija para ofrecerles nuestras disculpas", finalizaron.