Fotobanco (imagen referencial)
El jueves de la semana pasada, una alumna de
13 años del Attucks Middle School de Houston, Texas (EE.UU.),
caminaba a su casa después de clases, cuando fue
interceptada por dos de sus compañeras. Las niñas
saltaron sobre ella y comenzaron a agredirla, mientras otros grababan y se reían.
La adolescente
recibió fuertes golpes de pies y puños en todo su cuerpo, incluida su cabeza, aunque a su casa solo llegó con algunos rasguños en su rostro.
Al enterarse de lo que le había ocurrido, la madre de la menor le ofreció llevarla al hospital, pero esta se negó, asegurándole que estaba bien. Y así parecía, hasta que
el domingo se quejó de fuertes dolores de cabeza y perdió la conciencia.
Según informó ABC News, su madre llamó al 911 y la joven
fue trasladada hasta el Hospital de Niños de Texas. Allí, después de realizarle diversos exámenes,
los médicos descubrieron que tenía un tumor de gran tamaño en la parte posterior de su cabeza y que había líquido acumulándose en su cerebro.
La adolescente
cayó en coma y fue conectada a una máquina de soporte vital.
Así permaneció hasta la mañana del miércoles, cuando falleció.
"
No es justo (...) Ella no se merecía eso", se lamentó la madre de la joven fallecida en declaraciones a ABC News. La mujer la recordó como
una niña cariñosa y alegre, y aseguró que era difícil que alguien no la quisiera en cuanto la conociera.
Victor Senties, vocero del Departamento de Policía de Houston, señaló que
el caso está siendo investigado como homicidio, pero que aún no se ha realizado ningún arresto. Esto porque
se está a la espera de los resultados de la autopsia realizada al cuerpo de la menor, para
determinar si su muerte fue causada por la agresión que sufrió,
el tumor o una combinación de ambos.
Mientras,
su madre la llora y asegura que si su hija no hubiera sido víctima de la brutal golpiza, todavía estaría a su lado.
"¿Por qué tengo que despertarme y que ella no esté aquí?", se preguntó.