El haber experimentado las ventajas del teletrabajo hará que más trabajadores estén interesados en adoptar esta modalidad, al menos parcialmente, y a su vez que las empresas tengan que actualizar sus métodos de trabajo, para seguir siendo atractivas y atraer talento.
De acuerdo a un estudio realizado por la empresa de reclutamiento Robert Half el 64% de los trabajadores encuestados defiende la modalidad de Home Office, porque se ha dado cuenta de que su trabajo se puede hacer de forma remota. A su vez, el 85% quiere trabajar desde su hogar con mayor frecuencia y el 46% dice que el equilibrio entre la vida personal y profesional ha mejorado al no tener que desplazarse entre su casa y la oficina.
Karina Pérez, directora de Robert Half señaló que si bien aún hay muchos trabajadores que se sienten cómodos con la modalidad presencial “las empresas deben prepararse, porque serán cada vez más los candidatos que exigirán mayor flexibilidad y privilegiarán un trabajo que sea compatible con su vida personal o familiar”.
Asimismo, tendrá mayor importancia para los trabajadores que las empresas cumplan y mantengan protocolos de seguridad e higiene. De acuerdo a la misma encuesta, el 72% de los trabajadores pretende que existan mejores protocolos de limpieza y que los horarios sean programados para evitar exceso de personas en las oficinas.
Las videollamadas, el Whatsapp, los correos y, en general, la comunicación virtual, ha sido la norma este año en los equipos de trabajo. Sin embargo, incluso una vez que las empresas comiencen a retornar al trabajo presencial, la recomendación será seguir usando estos canales de comunicación para prevenir los contagios.
Según Francisca Gutiérrez, directora del Magister de Gestión de Personas en Organizaciones de la Universidad Alberto Hurtado e Investigadora asociada COES, la comunicación virtual permite transmitir ideas de manera más precisa, da mayor autonomía y tiene menos costos. Sin embargo, es más pobre en contenido y genera vínculos sociales más débiles puesto que obstruye el uso del lenguaje no verbal.
Lo más probable es que las organizaciones opten en el futuro por impulsar modalidades mixtas de trabajo, donde una parte importante de las tareas sean realizadas de forma remota y la comunicación con los equipos se realice de manera virtual. La recomendación de la experta para mantener el bienestar y las relaciones bajo esta modalidad es “garantizar que esta forma de comunicación no promueva una extensión desmedida de las jornadas laborales, genere agobio e interfiera en la vida personal de las y los trabajadores”.
Para ello, es clave que las jefaturas respeten las jornadas de trabajo, acuerden tiempos de desconexión y no utilicen la comunicación virtual como un mecanismo de control, sino como “una oportunidad para impulsar un cambio hacia un modelo de relaciones laborales basado en la confianza, que otorgue mayor autonomía a las y los trabajadores”, aseguró la investigadora.
La flexibilidad horaria y los sistemas que mezclen trabajo presencial con teletrabajo serán uno de los mecanismos para prevenir contagios y evitar aglomeraciones, especialmente pensando en la reactivación y un paulatino regreso al trabajo presencial.
Una empresa que ya implementó un modelo de trabajo flexible pensando en la reapertura es Nuevo Capital. La organización optó por el método israelí, una alternativa de trabajo flexible que se ha estado utilizando en otros lugares del mundo a raíz de la pandemia.
“Tras mucho analizar la experiencia internacional, vimos en este sistema de los científicos Uri Alon y Ron Milo, del Instituto Weizmann de Israel, una estrategia interesante para impulsar el retorno a las actividades, minimizando los riesgos de contagio”, señaló Christopher Lathrop, Gerente Corporativo de Recursos Humanos de Nuevo Capital. “Es así como adoptamos el esquema con variaciones, tales como 4 días de trabajo presencial y 12 de teletrabajo, en vez de los 10 de la propuesta original. Además, se establecieron turnos de trabajo presencial con horarios diferidos, de 8:30 a 14:00 horas, para luego las personas continuarán sus funciones con teletrabajo”.
De acuerdo a Lathrop, además de permitir un retorno progresivo, responsable y gradual a las actividades, implementar estos modelos flexibles también ayudan a que “el impacto del retorno no sea tan brusco ni invasivo para los colaboradores. Esto es relevante, si consideramos que la ciudadanía ha pasado más de 5 meses en cuarentena, un aspecto no menor desde el ámbito emocional”.
Las entrevistas virtuales de trabajo son un elemento que se ha implementado durante la pandemia y que seguramente seguirá siendo relevante. De acuerdo a Karina Pérez, de Robert Half, este tipo de procesos de selección tomará más fuerza, en parte, porque “la contingencia sanitaria, de mano con el home office, ha llevado a que varias compañías tomen decisiones de contratación más allá de los límites geográficos”.
Por otro lado, las habilidades profesionales que buscan hoy las empresas en sus candidatos son muy distintas a las que se requerían hace algunos años atrás. “Hoy, hablamos de las ‘core skills’ o habilidades fundamentales, que son un atributo básico para el nuevo contexto económico y laboral”, señala Karina Pérez y añade que en este nuevo contexto post pandemia serán cuatro las habilidades fundamentales: El pensamiento crítico, la creatividad, capacidad de adaptación y flexibilidad; y finalmente, el enfoque colaborativo.
Todo indica que las transformaciones como el teletrabajo y la flexibilidad horaria son cambios que llegaron para quedarse. En ese sentido, otro aspecto que tendrá que adaptarse en el mundo del trabajo para incorporar estos nuevos métodos son los contratos laborales y el aspecto legal.
Diego Messen, abogado en derecho laboral y socio de Moraga y Cía señala que, si bien “toda modificación contractual debe ser pactada por el trabajador y empleador para que tenga certeza jurídica en cuanto a su aplicación y obligatoriedad de las partes, “es obligación del empleador escriturar el contrato de trabajo, lo que implica, por cierto, cualquier modificación, alteración o adecuación que exista en aquél. Por lo tanto, los cambios devenidos de la pandemia deben reflejarse en los contratos mediante anexos que expresen lo señalado precedentemente”.