Este año a nivel deportivo será recordado no solo por la realización de los Juegos Olímpicos en medio de una pandemia, sino también por la visibilidad de algo que estaba oculto de manera pública en el mundo del alto rendimiento: la salud mental.
Recientemente, la que hoy es considerada como la mejor gimnasta del mundo, Simone Biles, se retiró de las finales de equipo e individuales de gimnasia en la cita olímpica acusando problemas en su salud mental: "Estoy tratando de lidiar con los demonios en mi cabeza", expresó la ganadora de cuatro medallas de oro en Río 2016.
Pero no solo la atleta estadounidense ha sido noticia por retirarse de una competencia acusando problemas psicológicos. Durante la realización de Roland Garros en mayo pasado, la tenista japonesa
Naomi Osaka, declinó a hablar con los medios debido a que no se sentía bien mentalmente.
Su baja del torneo parisino puso sobre la mesa un debate necesario sobre las exigencias y las presiones que sufren los deportistas de alto rendimiento a la hora de enfrentarse a instancias decisivas y competiciones importantes.
Dado esto, en conversación con Emol, María Paz Ocampo, psicóloga deportiva de Alemana Sport nos comentó acerca de la importancia de hacer ver este tipo de situaciones: "La cultura del alto rendimiento es de exigencia y mal entendida sobre exigencia también. Hay frases clásicas de marcas deportivas que extraen de esta cultura al decir "sin dolor no hay ganancia" y así varias otras que denotan que uno tuviera que glorificar el sobre esfuerzo y dar más del 100%, lo cual no es posible".
La profesional explica que los problemas de salud mental siempre han estado presente en los deportistas profesionales, solo que hoy se está conociendo de manera pública. Un escenario que Ocampo valora: "Es importante abordar, poder hacer seguimiento y ofrecer tratamientos acordes en términos mentales y emocionales a los deportistas en sus diferentes facetas", sostiene la profesional agregando que "destaco el coraje que han tenido varios deportistas de retirarse de competencias importantes o de instancias competitivas como la que estamos viviendo en las olimpiadas".
La cultura de alto rendimiento ha deshumanizado al deportista
María Paz Ocampo
En el pasado, atletas como el basquetbolista Kevin Love o el nadador Michael Phelps también admitieron haber pasado por momentos difíciles. Este último confesó que trató de suicidarse en varias ocasiones tratando de luchar contra sus problemas de salud mental y de adicción con el alcohol.
Para la psicóloga deportiva María Paz Ocampo, este problema se debe a que "la cultura de alto rendimiento ha deshumanizado al deportista. Parte de ser humano es sentir dolor, sufrimientos, tener desafíos, tener momentos difíciles. Por lo tanto, cuando deshumanizamos y esperamos que estos deportistas sean más máquina y que sean robots y rindan a la perfección perdemos esa dimensión de la persona que es cada deportista", sostuvo.
La profesional de la Clínica Alemana agradeció la acción que están tomando los atletas, esperando a que esto nos sirva como ejemplo para comprender que nadie está ajeno de sufrir problemas a nivel mental: "El deporte en general y las personas que compiten en él pasan a ser una muestra de la sociedad en general".
Hay que aprender a decir "basta"
"Al igual que los deportistas, todos nos hemos visto expuestos a momentos de alta presión. De alguna u otra forma todos queremos hacer bien nuestro trabajo, que nos reconozcan, ser valorado y que tomen nuestra experiencia. Esto muchas veces implica estar haciendo un malabarismo gigante para poder conciliar todos los aspectos de nuestras vidas", comentó María Paz Ocampo.
La psicóloga sostiene que es normal sentir malestar cuando la presión, tanto familiar como laboral, comienza a ser elevada: "Es correcto asumir que muchas veces nos encontramos con una demanda externa mayor a los recursos que contamos hasta ese momento para lidiar con nuestros problemas". Por esto, Ocampo invita a tomar una mirada compasiva ante la vida, entendiendo que somos humanos, que queremos rendir en nuestras labores pero que es importante asumir que tenemos problemas y que sufrimos de esto en algún momento.
"Lo que estamos viendo en Tokio es un buen comienzo para empezar a abordar esta temática, apoyándonos en nuestras distintas redes, algunas más personales como familia o amigos, y otras más profesionales como psicólogos, especialistas y analistas de la salud mental", argumentó.
Ante la pregunta: ¿Cuándo es importante ver a un especialista? La psicóloga María Paz Ocampo contestó que "hay que escucharse en términos del malestar que estamos sintiendo, y que frente a la duda es mejor consultar a un profesional que nos puede guiar con tratamientos o indicaciones según sea el caso". Asimismo, también sostiene que hay que escuchar a las personas que nos rodean cuando éstas notan un cambio en nuestro ánimo: "Debemos estar atento a percibir este malestar que nos lleve a pedir ayuda".
Ocampo comprende que muchas veces pedir ayuda en temas de salud mental es muy difícil pero que es necesario dado sea el momento: "Tomemos la lección que nos están dando los deportistas de comprender que como humanos también podemos vivir situaciones en torno a la salud mental, y que a veces esto puede significar un costo como perder una medalla de oro. Es importante que cuidarse, aprender a decir basta cuando corresponda y pedir ayuda a nivel mental", cerró.
