La generación de residuos es uno de los tantos problemas de la vida moderna al que hay que poner atención para no afectar la calidad de vida de las personas y dañar el medio ambiente. Aunque parezca increíble, en Chile aún hay 52 vertederos y 38 basurales que operan con escaso control y que pueden filtrar desechos contaminantes a las napas de agua subterráneas desde donde bebe la población, haciendo circular vectores sin control hacia las comunidades.
Una respuesta más moderna a este problema son los rellenos sanitarios, grandes complejos con obras de ingeniería donde se procesan los desechos para minimizar su impacto en el entorno. En Chile hay 30 de estas instalaciones autorizadas y una de ellas es del Consorcio Santa Marta que ya cumple 20 años tratando la basura que actualmente proviene de 16 comunas de la capital y que, de paso, proyecta el futuro para cuando termine la vida útil de este.
(Relleno Sanitario Santa Marta)
Su gerente de Medio Ambiente y Sustentabilidad, Pedro Rivas, explicó en EmolTV que para poder operar con la calificación de relleno sanitario están obligados a responder en tres dimensiones que aseguran los altos estándares que se exigen.
“Primero hay un tema medioambiental. Para que se autorice un relleno sanitario tiene que haber una resolución de calificación ambiental y en caso nuestro necesitamos diez resoluciones, ya que cada una de ellas trata un tema en específico. Después de eso hay una dimensión social y eso tiene que ver con que este tipo de instalaciones se tienen que integrar con la comunidad y los vecinos principalmente, de otra manera es muy difícil de que puedan funcionar. Y el tercer elemento que es el más importante y que es vital para nosotros como ciudadanos es que este tipo de proyectos debe responder a una necesidad sanitaria (...) Es decir, esto se diseña igual como se hace con un hospital o una planta de aguas servidas, ya que responden a un ordenamiento de la ciudad”, explicó el profesional.
Con respecto al procesamiento de los desechos, Pedro Rivas explicó que hay estrictos protocolos para su manejo y que incluyen desde el control del lixiviado (líquidos percolados) para que no se infiltre y llegue a fuentes de agua de consumo humano hasta la generación de energía eléctrica limpia gracias al uso del gas metano que se genera en el relleno sanitario.
(Relleno Sanitario Santa Marta - Tratamiento líquidos percolados)
En ese contexto, Santa Marta ha mantenido un camino de innovación permanente, que le ha permitido ser el primer relleno sanitario seco del país. Además de eso cuenta con Certificación ISO 14.001 y OHSAS 18.001 desde el año 2006, enmarcadas en un Sistema de Gestión Integrado que permite mejorar aspectos operacionales, ambientales y de seguridad.
Con respecto a la relación que el relleno Santa Marta mantiene con las comunidades vecinas de la Región Metropolitana dijo que siempre en un comienzo es más complejo. No obstante, aclaró que con el paso del tiempo se hizo un trabajo de integración que generó un enorme polo de desarrollo económico y la concreción de importantes proyectos en beneficio de todos.
“A la fecha nosotros generamos 250 empleos directos y cerca de mil empleos indirectos. El 50% de la gente que trabaja en Santa Marta viene precisamente de las localidad (vecinas)”, dijo Pedro Rivas.
(Relleno Sanitario Santa Marta - generación de energía limpia)
Respecto a cuánto tiempo de operaciones le resta a Santa Marta como relleno sanitario, su gerente de Medio Ambiente y Sustentabilidad dijo que este tiene una vida útil que se proyecta hasta 2028.
Por lo mismo, añadió, los planes son ir un paso más allá y estudiar la posibilidad de transformar estas instalaciones en un centro de tratamiento de residuos donde se busca reciclar la mayor cantidad de basura que se pueda y darle valoración a esta. Un sueño, añadió, es que se pueda reciclar el 50% de los desechos que diariamente se generan para que solo el 50% restante vaya a dar a un relleno sanitario.