El castigo fue llevado a cabo por agentes policiales, pese a que en 2010 China prohibió todo tipo de humillación pública de presuntos criminales.
Reuters (Imagen referencial)
Un grupo de personas acusadas de romper las normas impuestas por el covid-19 fueron sometidas a una controvertida humillación pública en la ciudad de Jingxi, ubicada en el sur de China, cerca de la frontera con Vietnam.
Según informaron medios estatales, las cuatro personas fueron vestidas con mascarillas y trajes de protección, de los que colgaban sus fotografías y sus nombres, y debieron desfilar por las calles de la ciudad frente a una multitud.
Las fotografías del castigo muestran a cada sospechoso sujetado por dos agentes policiales con escudos, rodeados por un círculo de agentes antidisturbios, algunos de ellos armados.
Las cuatro personas estaban acusadas de transportar migrantes a pesar de que China tiene las fronteras prácticamente cerradas por la pandemia.
Según se señaló, el desfile era "una advertencia real" y "disuadía de cometer crímenes" en la ciudad.
La medida –que ha despertado críticas de internautas e incluso de diarios oficiales– forma parte de una serie de disposiciones disciplinarias anunciadas en agosto pasado por el gobierno local de Jingxi para castigar a quienes rompan las medidas sanitarias.
Esto pese a que, en el año 2010, China prohibió todo tipo de humillación pública de presuntos criminales después de décadas de campañas de activistas de derechos humanos. Sin embargo, algunos gobiernos locales han recuperado esas prácticas en la lucha contra el covid.