Nuevas manifestaciones se registraron en Irán, especialmente en Teherán y Mashhad, para protestar por la muerte de una joven tras ser detenida por la policía de la moralidad.
El lunes por la noche, en la calle Hejab ("velo musulmán"), en el centro de Teherán, "varios cientos de personas gritaron lemas contra las autoridades y algunas se quitaron el velo", que es obligatorio para las mujeres en ese país, dijo la agencia Fars.
Durante el día se habían dado otras protestas en varias universidades de la capital, en las que se exigieron "aclaraciones" sobre la muerte de la joven iraní, según los medios locales.
Un video corto difundido por Fars muestra a una multitud de manifestantes, especialmente mujeres, sin pañuelo en la cabeza gritando "muerte a la República Islámica". Una reunión similar tuvo lugar en Mashhad, la primera ciudad santa del país, en el noreste, informó la agencia Tasnim.
En tanto, en el noroeste del país, de donde era originaria la fallecida, "alrededor de 500 personas se reunieron en Sanandaj, capital de la provincia del Kurdistán, y gritaron consignas en contra de los responsables del país", indicó Fars.
Las fuerzas de seguridad iraníes dispersaron con gas lacrimógeno una manifestación y realizaron "varios arrestos" tras la muerte de la joven detenida por la policía de la moral, según la misma fuente. Los manifestantes "rompieron las ventanas de vehículos e incendiaron basura (...) la policía usó gas lacrimógeno para dispersar a la multitud", añadió la agencia, que indicó que "varias personas fueron detenidas".
"Muchos piensan que fue torturada" y la policía niega acusaciones
La policía de la moralidad, encargada de hacer que las mujeres respeten el estricto código de vestimenta de la República Islámica –sobre todo, el uso del velo en público– ha sido criticada en los últimos meses por actuar con violencia.
Mahsa Amini, de 22 años, fue detenida el martes en Teherán, donde se encontraba de visita con su familia, y falleció el viernes en el hospital, tras haber pasado tres días en coma.
Su caso ha levantado una ola de indignación en el país, ya que "muchos manifestantes piensan que Mahsa murió torturada", indicó la agencia Fars.
La policía de Teherán afirma que "no hubo ningún contacto físico" entre los agentes y la joven. El jefe de la policía de Teherán, el general Hosein Rahimi, rechazó las acusaciones contra la policía calificándolas de "injustas", y afirmó que "todas las pruebas demuestran que no hubo negligencia o comportamiento inapropiado de parte de los policías". "Se trata de un incidente lamentable y deseamos no ser nunca más testigos de estos incidentes", afirmó.
El general señaló también que la joven había violado el código de vestimenta y que los policías pidieron a sus familiares que le trajeran "ropas decentes".
La televisión oficial difundió el viernes un video de vigilancia en el que se muestra a una mujer, presentada como Mahsa, desplomándose en la comisaría tras discutir con una agente.
Amjad Amini, el padre de la víctima, dijo el lunes a Fars que "no aceptaba lo que (la policía) le mostró" porque, según él, "cortaron el video". También desmintió las afirmaciones del ministro iraní del Interior, Ahmad Vahidi –según el cual Mahsa Amini tenía problemas previos–, y aseguró que su hija estaba "en perfecto estado de salud".
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, calificó la muerte de la joven como "inaceptable" y pidió castigar a los responsables. Por su parte, Francia afirmó que se trata de hechos "profundamente impactantes" y pidió "una investigación transparente".