Un
debate a nivel mundial es el que ha generado el
uso de teléfonos celulares por parte de estudiantes durante la jornada escolar. Y es que con el tiempo son cada vez más los estudios que concluyen que la presencia de esos y otros aparatos tecnológicos en las salas de clases, son
perjudiciales para el aprendizaje de los jóvenes.
De hecho, este martes se conoció el último informe PISA elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que estableció que
las distracciones en clase por los celulares y otros dispositivos digitales, reducen el aprendizaje y, que en el caso de las matemáticas, eso supone en términos de conocimientos perder el equivalente a tres cuartas partes de un curso.
Algo similar a lo que concluyeron en
Nueva Zelandia, cuyo gobierno anunció la semana pasada que prohibirá el uso de teléfonos celulares en los colegios para mejorar el rendimiento de los estudiantes. Esto porque según los últimos indicadores,
más de la mitad de los jóvenes de 15 años no cumplen con los estándares básicos de alfabetización y aritmética.
Una medida a la que este miércoles se sumó
Rusia, donde
desde el 1 de septiembre de 2024 estarán prohibidos los teléfonos celulares y tabletas con tarjeta SIM durante las clases. De esta manera, los menores solo podrán usar los aparatos en caso de accidente, riesgo para su vida o problemas de salud.
"Aumentará la autoridad del profesor y mejorará la comunicación en las aulas", aseguró Viacheslav Volodin, presidente de la Duma o Cámara de Diputados rusa. Y agregó: "Es importante considerando que muchos niños sufren de auténtica dependencia del teléfono móvil y tienen dificultades para comunicarse".
¿Y en Chile?
De esta manera, Nueva Zelandia y Rusia se pliegan a países como
Australia, Canadá, China, Francia y Reino Unido, entre otros, que han adoptado la medida. Y
Chile no ha quedado exento del debate.
Si bien
en nuestro país no existe una orden ministerial sobre el uso de celulares en las salas de clases,
cada vez más colegios se suman a la medida. En este sentido, los últimos fueron
The Grange School y el St. Margaret's School de Concón, los que esta semana hicieron llegar a sus respectivas comunidades circulares dando a conocer la
decisión de prohibir la utilización de los aparatos en todos los niveles a partir del año escolar 2024.
En el caso del primer establecimiento, para justificar la medida aludieron a la
extensa evidencia que existe "de que
el uso de los teléfonos celulares en los colegios le resta valor al aprendizaje de los alumnos y contribuye al problema de la adicción a las redes sociales". Esto sumado a que -afirman- "un gran número de padres de la comunidad del Grange apoya un cambio en nuestro enfoque" del tema.
Por esta razón, la dirección del establecimiento encargó una mesa de trabajo que revisó los últimos estudios, consultó con el personal e hizo focus group con alumnos, a la luz de lo cual finalmente resolvió
"prohibir que los alumnos usen sus teléfonos celulares durante la jornada escolar desde el principio de 2024".
A juicio de The Grange School, la medida ayudará a mejorar la concentración de los alumnos y la interacción social; reducirá la dependencia de los jóvenes a los aparatos digitales, así como también el uso inapropiado de estos, además de mejorar los modales, entre otros beneficios.
Eso sí, el establecimiento aclara en su circular que
la decisión no implica la prohibición completa de los celulares en el colegio, algo que sería "poco práctico" e "impracticable". "No confiscaremos los aparatos en las puertas, pero
esperamos que en cuanto los alumnos lleguen al colegio, si traen un celular con ellos, los apaguen y guarden en sus casillero o mochilas hasta el término del día", indicaron.
Por su parte, el
St. Margaret's School explicó en su circular que la decisión de prohibir los celulares en clases se adoptó "buscando el
mayor bienestar, el resguardo de la convivencia respetuosa, el
desarrollo de habilidades socioemocionales y aprendizajes significativos que permitan fortalecer la comunicación, el juego y el compañerismo".
Asimismo, aclara que
el establecimiento "proveerá de los recursos tecnológicos necesarios para uso pedagógico cuando el profesor así lo requiera, como también de nuevos espacios de conversación tranquilidad y recreación".
Finalmente indica que esperan que la medida -que
se aplicará hasta 4° Medio- ayude a "
fomentar habilidades sociales y las relaciones interpersonales entre los estudiantes,
mejorar la salud mental y el desarrollo de hábitos saludables, creando así un ambiente más propicio para
mejorar la concentración de los estudiantes y promover un entorno escolar más positivo que incentive el bienestar y buena convivencia".