Zoraya Ter Beek una joven holandesa de 29 años solicitó la eutanasia a su corta edad por sufrir una depresión crónica que la ha acompañado durante casi toda su vida y a pesar de que se ha sometido a tratamientos intensivos, no ha conseguido salir adelante.
Sin embargo, hace unos días, un tribunal de los Países Bajos le concedió su solicitud de muerte asistida tras un proceso que duró tres años y medios y en conversación con el medio The Guardian aseguró que espera que se produzca las próximas semanas: "Siento alivio. Ha sido una lucha muy larga", indicó.
Cabe mencionar que en los
Países Bajos existe una ley del año 2002 que contempla el
derecho a la eutanasia cuando una persona experimenta un "
sufrimiento insoportable sin perspectivas de mejora". Asimismo establece que los pacientes deben estar plenamente informados y ser competentes para tomar tal decisión.
Pese a la legislación, el caso de Ter Beek ha generado controversia, puesto que además de solicitarla a una corta edad, la muerte asistida para personas con enfermedades psiquiátricas en esa nación de Europa sigue siendo inusual, aunque las cifras han aumentado.
En ese sentido la joven manifestó: "La gente piensa que cuando tienes una enfermedad mental no puedes pensar con claridad, lo cual es un insulto".
"Entiendo los temores que algunas personas discapacitadas tienen acerca de la muerte asistida y la preocupación de que las personas estén bajo presión para morir. Pero en los Países Bajos tenemos esta ley desde hace más de 20 años. Hay reglas muy estrictas y es realmente seguro", agregó.
Zoraya, según reportó el mismo medio citado anteriormente tiene depresión crónica, ansiedad, traumas y trastorno de personalidad no especificado, además de haber sido diagnosticada con autismo.
"Pensé que mejoraría, pero cuanto más dura el tratamiento, empiezas a perderla".
Zoraya Ter Beek
La mujer probó
diversos tratamientos intensivos para sanarse pero no tuvieron resultados. Además de la
medicación, se sometió a
terapias de conversación y a más de
30 sesiones de terapia electroconvulsiva (TEC): "En la terapia aprendí mucho sobre mí y mis mecanismos de afrontamiento, pero
no solucionó los problemas principales".
Al inicio tenía esperanzas de que resultaran, "pensé que mejoraría, pero cuanto más dura el tratamiento, empiezas a perderla", afirmó en la entrevista. Pasaron diez años, y en términos de tratamiento "no quedaba nada", según contó pero "sabía que no podría hacer frente a la forma en que vivo ahora".
En esa línea, manifestó que en un momento pensó en quitarse la vida pero la muerte violenta por suicidio de un compañero de clase y el impacto que provocó en su familia la disuadió de realizarlo.
Asimismo, en abril conversó con The Free Press y dijo que estaba cansada de vivir, a pesar de estar enamorada de su novio y de vivir en una bonita casa con sus dos gatos en un pequeño pueblo holandés cerca de la frontera con Alemania. Sin embargo, recordó que su psiquiatra le dijo que habían intentado todo y que "no hay nada más que podamos hacer por usted. Nunca mejorará".
"Cuando amas a alguien, tienes que dejarlo ir"
Ter Beek indicó que solicitó la eutanasia en diciembre de 2020, tras terminar la TEC en agosto de ese mismo año y "después de un período de aceptar que no había más tratamiento". En esa línea sostuvo que el proceso es largo y complicado: "No es que pidas muerte asistida un lunes y estés muerto el viernes", explicó.
"Estuve mucho tiempo en lista de espera para una evaluación, porque hay muy
pocos médicos dispuestos a participar en la muerte asistida de personas con sufrimiento mental. Luego, un equipo debe evaluarlo, tener una segunda opinión sobre su elegibilidad y su decisión debe ser revisada por otro médico independiente", agregó.
La joven aseguró que durante los tres años y medios que ha durado el proceso, nunca ha dudado de su decisión, pero afirmó que se siente culpable porque tiene "pareja, familia, amigos y no estoy ciega a su dolor. Y me he sentido asustada". No obstante, afirmó: "Estoy absolutamente decidida a seguir adelante".
"Ahora llegó el momento, estamos preparados para ello y estamos encontrando cierta paz. Yo también me siento culpable. Pero a veces, cuando amas a alguien, tienes que dejarlo ir".
Zoraya Ter Beek
Ter Beek espera que su muerte asistida se realice durante las próximas semanas y cuando llegue el momento, el equipo médico irá a su casa y explicó que "
comenzarán dándome un sedante y no me darán los medicamentos
que detienen mi corazón hasta que esté en coma. Para mí será como quedarme dormido. Mi compañero estará allí, pero le dije que está bien si necesita salir de la habitación antes del momento de la muerte", dijo.
"Ahora llegó el momento, estamos preparados para ello y estamos encontrando cierta paz. Yo también me siento culpable. Pero a veces, cuando amas a alguien, tienes que dejarlo ir", concluyó.
