El cambio físico de la princesa Kalina de Bulgaria.
AFP/ El Mercurio
La llaman la princesa aventurera, pero también podría ser la princesa fit. Amazona profesional y amante de la vida sana y el deporte, el cambio físico que Kalina de Bulgaria (52) consiguió en el último tiempo gracias a su metódico entrenamiento con pesas –tal como contó en una entrevista con El Mundo– quedó en evidencia esta semana, cuando circularon imágenes del entierro, tras repatriar 76 años después el cuerpo de Fernando I de Bulgaria, primer zar de la dinastía tras la independencia del país del Imperio otomano.
Del brazo de su marido, el navegante y explorador
"Kitín" Muñoz, y junto a su padre, Simeón de Bulgaria, último rey búlgaro, Kalina dijo presente en la cripta familiar del Palacio de Vrana, en Sofía, y su imagen enseguida se volvió viral.
Y es que apareció con un impresionante aspecto físico, que rápidamente llamó la atención. Su cuerpo lucía una musculatura muy marcada y sin ninguna gota de grasa. Sin embargo, para tener esta figura, la princesa tiene algunos secretos.
Kalina dijo recientemente señaló al medio español El Mundo que se dedica "al entrenamiento con cargas de pesas y a la salud del cuerpo".
"Soy deportista", aseguró.
Asimismo, hace unos días atrás, sus entrenadores, conversaron con el medio Vanitatis quienes compartieron sus hábitos de su rutina deportiva y sus hábitos de alimentación.
Ellos son Carlos y Marcos Flórez, padre e hijo y dos nombres con mucha reputación en el deporte. El primero entrena a Kalina cuando se encuentra en España y el segundo lo hace a la distancia.
"Ella básicamente lo que hace es entrenamiento de fuerza, que nosotros llamamos de resistencia muscular", cuenta Marcos.
"Nosotros creemos que cualquier profesional de la actividad física debería englobar lo que hace en tres tipos de ejercicios, que son los de flexibilidad o movilidad, los de resistencia cardiovascular y los de resistencia muscular. Y básicamente, lo que hace Kalina es entrenar todos los días. Está 'megacachas' (persona con músculos extremadamente grandes y definidos)", agrega.
"Eso te puede gustar o no gustar, pero al final el aspecto lo conseguimos con lo que entrenamos.
Aunque ella no está obsesionada con estar más o menos fuerte. Lo hace para estar en forma", dice después.
Lo que hace para tener esa figura es
"rutinas de entrenamiento dividido. O sea, un día, por ejemplo, trabaja cuádriceps y el hombro; otro día trabaja el femoral y la espalda; otro día trabaja el pectoral y los brazos. Al final, su entrenamiento se parece más al de una chica culturista que al de una chica que quiere estar en forma", añade.
Su estructurada rutina deportiva la complementa con una alimentación saludable. Kalina
no bebe alcohol porque es "incompatible con el ejercicio que hace", pero hay otros alimentos que excluye de su dieta:
"No come ni azúcar ni grasas, se cuida bastante en eso. Los azúcares son necesarios, pero cuando hablamos de azúcar, nos referimos al simple, a los bollos, pasteles... el azúcar puro y duro", indica Marcos.
En tanto, su marido, Kitín Muñoz también ha influido en su estilo de vida saludable. "Aunque sea aventurero y viaje muchísimo, es un hombre muy disciplinado. Y la ha arrastrado a ella sin querer, ya que el ejercicio forma parte de su día a día. A ella empezó a gustarle, se ha ido encontrando bien y la ha ayudado mucho desde el punto de vista psíquico, no solo del aspecto, ya que parece todo bonito, pero sabes que en su familia se han vivido momentos difíciles", afirma.
Asimismo, el entrenador cuenta que la predisposición genética influye mucho. La princesa de Bulgaria es de contextura delgada, lo que puede traer beneficios como desventajas: "Ella nunca ha estado pasada de peso, con lo cual no ha tenido que perder, pero le ha costado mucho ponerse fuerte y ha tenido que prestar mucha atención a la comida", asegura Marcos.
El cambio en su nariz
Cabe mencionar que esta no es la primera vez que se habla de su apariencia. En el año 2018, su marido, cansado de las especulaciones, aclaró en la revista ¡HOLA! que el cambio de nariz de Kalina no fue estético, sino por un delicado tema de salud.
Según contó, en 1999, la princesa fue a un dentista para ponerse fundas en dos dientes,
pero le perforaron por demás la base del hueso, lo que derivó en una
infección y una nueva intervención. Un año más tarde, mientras lo acompañaba en una de sus expediciones en altamar,
se le reprodujo la infección, avanzó y afectó parte del ojo: "Tuvimos que evacuarla de urgencia y fue operada (…). La prioridad era limpiar la infección,
pero la intervención causó daños de tipo estético, que no tenían importancia en ese momento, pues lo vital era salvar el ojo y la nariz de la infección", sostuvo.
Otra fotografía del comentado aspecto físico de la princesa Kalina. Crédito: Captura de Twitter.