De perfil bajo, nunca ha concedido una entrevista y siempre ha mantenido un discreto segundo plano. Así describen los medios británicos a
Victoria Starmer, la mujer que se convertirá en la
Primera Dama del Reino Unido tras el aplastante e histórico triunfo de los laboristas en las elecciones generales celebradas el jueves, que significó que hoy su marido, Keir Starmer, fuera nombrado como nuevo Primer Ministro.
Durante la campaña electoral y gran parte del mandato de su esposo como líder laborista, Victoria
ha aparecido públicamente solo en ocasiones. Asistió a algunas conferencias, alguno que otro banquete estatal, pero tras la designación del abogado de 61 años se le ha podido ver un poco más. De hecho,
celebraron la victoria con un apasionado beso, y esta mañana
se dirigieron al número 10 Dowing Street, la que será a partir de ahora su oficina y residencia oficial, donde saludaron a la multitud que estaba congregada.
A diferencia de otras esposas de políticos del Reino Unido, Victoria trata de
evitar las apariciones públicas, pero según reportan medios británicos, ella está silenciosamente al lado de su esposo y lo apoyará para "traer el cambio" al país.
Sin embargo, ahora que Keir se convirtió en Primer Ministro,
podría resultarle un poco más complicado evitar los focos de atención. No obstante, su marido ha sido claro en señalar que
el bajo perfil de "Lady Vic" -como la conocen en el entorno del Partido Laborista
- es algo que se mantendrá. Ella "tiene su propia vida y la protege vigorosamente", aseguró su marido, según consignó el Daily Mail. Según recogen medios británicos, Starmer señaló a The Times que al igual que como lo ha hecho hasta ahora,
Victoria no hablará con los medios de comunicación. "Lo mantendremos así", aseguró.
"No voy a fingir que para ella es fácil, porque no lo es.
Ella quiere seguir adelante con su vida", continuó. "Es una intrusión enorme tener medios de comunicación fuera de casa. Es una inhibición para toda la familia. Eso la afecta", dijo después.
La prensa británica asegura que
no se conoce mucho de la vida de Victoria Alexander (su apellido de soltera). A pesar de esto, se sabe que es una
abogada de 50 años, hija de un judío profesor de economía que emigró de Polonia al Reino Unido antes de la Segunda Guerra Mundial. Su madre, en tanto, era médico del Servicio Nacional de Salud (NHS), que se transformó al judaísmo al casarse, pero murió en el año 2020.
Victoria creció en el norte de Londres y asistió a la exclusiva escuela privada Channing School, en Highgate. Después, estudió derecho y sociología en la Universidad de Cardiff.
Sin embargo, siguió los pasos de su mamá y
ahora está dedicada a la salud. Dejó la abogacía y
actualmente trabaja en el NHS como terapeuta ocupacional, labor que planea seguir ejerciendo mientras su marido se desempeña como Primer Ministro del Reino Unido.
Según recoge la BBC, en mayo pasado Keir Starmer señaló a The Times que su señora
"va a seguir trabajando, sin duda alguna, porque quiere hacerlo y le encanta. También es bueno para mí porque me permite conocer mejor el NHS".
El beso que se dio el matrimonio después del triunfo de los laboristas en el Reino Unido. Crédito: AFP.
"¿Quién diablos te crees que eres?"
La pareja lleva 17 años casada, pero su relación no tuvo un comienzo fácil. Según consignó la BBC,
se conocieron a principios de los años 2000,
cuando ambos eran abogados y estaban trabajando juntos en el mismo caso.
Sin embargo,
todo comenzó después de una llamada telefónica, según reveló Starmer en el programa "Life Stories" de Piers Morgan de ITV. "Estaba llevando un caso en el tribunal y todo dependía de si los documentos eran exactos. Le pregunté a mis colegas quién había redactado esos documentos y me dijeron que una mujer llamada Victoria, así que les dije que la pusiéramos al teléfono", relató.
La pareja se dirigió este viernes al número 10 de Dowing Street, la que será a partir de ahora su oficina y residencia oficial. Crédito: EFE.
La interrogó y le preguntó si estaba "100 por ciento segura" de que su trabajo era correcto. Antes de cortar, dijo que se escuchaba "
¿quién diablos se cree que es?", y que luego le colgó el teléfono". Sin embargo, aseguró que "tenía toda la razón".
Pese a esto,
Keir la invitó a salir al pub Lord Stanley en el norte de Londres, y finalmente el romance floreció después de esta primera cita y
se casaron en 2007.
El nuevo Primer Ministro del Reino Unido describió a su esposa como
"sensata, atrevida, divertida, callejera y absolutamente hermosa". Pero además, se refiere a ella como "
mujer increíblemente cálida y maravillosa. Mi rock total".
El matrimonio tiene
dos hijos de 13 y 16 años, y, como es de esperar, se han preocupado de mantenerlos alejados del foco mediático. De hecho,
no mencionan sus nombres en público y nunca han sido mostrados públicamente.
Hace un tiempo atrás, en un debate de Sky News se le preguntó a Starmer cuál sería su mayor temor si es que llegase a convertirse en Primer Ministro y respondió: "El único temor real que tengo es por mi familia".
"Mi único temor es el impacto que esto tendrá sobre ellos.
Por eso nunca los nombramos en público, nunca hacemos una sesión de fotos con ellos. Quiero que puedan ir caminando a la escuela y tener sus propias vidas", estableció.
Una fuente cercana aseguró al Daily Mail que los hijos
"están completamente asustados por la idea de estar en Downing Street o, de cualquier manera, estar en el ojo público". Sin embargo, la privacidad en la familia es algo que velarán por mantener.
Tradiciones familiares
Cabe mencionar que
los hijos del matrimonio están educados bajo el judaísmo, aunque la pareja en su momento admitió que no eran tan religiosos. Y además,
Keir es ateo.
Sin embargo, hay una tradición que intentan mantener: todos los viernes se juntan con la familia para celebrar el Shabat, días que los judíos consideran como sagrado, donde no se trabaja y está dedicado al descanso y a la oración.
"Se trata simplemente de estar con la familia", dijo Starmer al Jewish Chronicle en 2020, según Sky News.
"Se trata de ser un poco más disciplinados, de estar en casa con nuestros hijos y la familia: están creciendo rápido", agregó.
El lugar de reunión es la lujosa casa que el matrimonio tiene en Camden, valorada en más de dos millones de dólares.
Además, tomaron la decisión de
criar a los menores como vegetarianos y les permitieron comer carne por primera vez recién a los 10 años.
