Imane Khelif, boxeadora argelina.
AFP
Un
gran debate se ha generado en torno a la
participación de la boxeadora argelina Imane Khelif en los Juegos Olímpicos París 2024, luego de que se conociera que
tanto ella como la taiwanesa Lin Yu-ting fueron excluidas del Mundial de Nueva Delhi en 2023, tras no haber pasado las pruebas de elegibilidad de género.
"Esta
decisión, tomada después de una revisión meticulosa, fue extremadamente importante y necesaria para mantener el nivel de imparcialidad y la máxima integridad de la competencia", explicó la Asociación Internacional de Boxeo (AIB) en un comunicado emitido este jueves.
"Cabe señalar que
las atletas no se sometieron a un examen de testosterona, sino a una prueba independiente y reconocida, cuyos detalles se mantienen confidenciales. Esta prueba indicó de manera concluyente que ambas atletas no cumplían los criterios de elegibilidad necesarios y
se determinó que tenían ventajas competitivas sobre otras competidoras femeninas", añadió la AIB.
Con esos antecedentes,
muchos comenzaron a referirse a Khelif y Lin Yu-ting como boxeadoras trans, es decir, que su identidad de género no corresponde con su sexo asignado al nacer. En concreto,
se decía que ambas deportistas son biológicamente hombres, pero se identifican como mujeres.
La controversia comenzó a aumentar de tono este jueves,
luego de que Khelif se enfrentara a la italiana Angela Carini, quien abandonó el combate a los 46 segundos de que este comenzara.
"
No podía seguir. Me dolía mucho la nariz y dije: 'Paren'. Era mejor no seguir", declaró la italiana. Y agregó: "Siempre he luchado contra hombres, entreno con mi hermano, pero
hoy sentí demasiado dolor".
El hecho generó
comentarios en todo el mundo. La
Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni, aseguró que "las atletas que tienen características genéticas masculinas no deberían ser admitidas en las competiciones femeninas";
la escritora J.K. Rowling sostuvo que "esto no es deporte (...) esto son hombres que se deleitan de su poder sobre las mujeres"; y
el Presidente de Argentina, Javier Milei, aseguró "si seguía la mataba".
Por su parte, el
Comité Olímpico Argelino (COA) defendió a su boxeadora, y sostuvo que
los cuestionamientos son "mentiras" y "totalmente injustas".
Y el
Comité Olímpico Internacional (COI) aseguró en un comunicado que "todos los deportistas que participan en el torneo de boxeo cumplen con las normas de elegibilidad y de inscripción de la competición (...) Al igual que en las competiciones de boxeo olímpicas anteriores,
el género y la edad de los atletas se basan en su pasaporte".
Hiperandrogenismo, el origen de la polémica
Asimismo, el COI aseguró que
la descalificación de ambas boxeadoras del Mundial de Nueva Delhi en 2023
se realizó "sin ningún proceso debido" y agrega que "la agresión actual contra estas dos atletas se basa en este decisión arbitraria".
El caso de Khelif y Lin Yu-ting ha relanzado una polémica que no es nueva y cuyo origen está en el denominado
hiperandrogenismo que ocurre cuando
una mujer tiene un exceso de hormonas sexuales, que en este caso sería testosterona. Esta
la producen hombres y mujeres, pero
los primeros producen alrededor de 20 veces más que las mujeres, principalmente en los testículos.
Las mujeres, en tanto, la producen en los ovarios y en las glándulas suprarrenales.
Un nivel normal de testosterona en los hombres se estima entre 10 y 35 nanomoles por litro de sangre, según el hospital estadounidense Monte Sinai. En las mujeres, oscila entre 0,5 y 2,4 por litro.
Asimismo, esta hormona puede variar según la edad y la época del año.
Sin embargo,
cuando las personas producen de manera natural un exceso de hormonas del sexo como la testosterona, se habla de hiperandrogenismo.
Esta condición
afecta a un 5% aproximado de las mujeres, con cerca del 70% de los casos provocados por el síndrome de ovario poliquístico, según una investigación.
Los síntomas incluyen
acné, el crecimiento de pelo corporal y caída del cabello.
¿Cómo afecta el hiperandrogenismo en el deporte?
La testosterona puede mejorar la masa muscular y la masa ósea. Incrementar esta hormona de manera artificial es una forma de dopaje y está prohibido.
Las investigaciones indican que los deportistas con exceso de testosterona son una minoría en la élite.
Pero cómo mejora esta hormona el rendimiento es objeto de un debate recurrente.
La directora de derechos humanos del Comité Olímpico Internacional Magali Martowicz señaló en 2021 que no hay "un consenso científico" sobre cómo la testosterona afecta a los deportistas.
Según ha señalado el COI a través de su portavoz Mark Adams, el test de testosterona no es perfecto. "Muchas mujeres tienen testosterona en lo que llamaríamos 'niveles masculinos' y siguen siendo mujeres, compiten como mujeres", añadió.
"Esta idea de que de repente haces un test de testosterona y lo resuelves todo no es el caso, me temo", continuó.
"Esperemos que estemos todos de acuerdo en no estar pidiendo regresar a los viejos tiempos cuando se hacían tests de sexo, algo que fue terrible", concluyó.