En Chile hay 47: ¡Ojo con las plantas tóxicas en los hogares! Llaman la atención de los niños y podrían ser mortales

Durante esta época las plantas tóxicas cobran más relevancia ya que -según dicen especialistas- son comunes en las casas, y cuando brotan "su flor, por lo general puede ser con colores llamativos", dice a Emol la Paulina Ormazabal, profesora asociada de la Escuela de Obstetricia de la Universidad San Sebastián.

"El que tenga colores llamativos atrae a los niños (...) y eso puede llamar la atención para jugar y, eventualmente, ingerir esas flores o frutos que contienen compuestos tóxicos, lo que puede conducir a síntomas y signos adversos, de diversa magnitud, en la salud de niños", explica.

Sin embargo, dice que los menores "no son los únicos que se pueden intoxicar. También los adultos, animales domésticos o de ganado que también pueden ingerir tóxicos de plantas".

Según el Instituto de Salud Pública (ISP), actualmente hay 47 plantas tóxicas en Chile, y "varias de ellas crecen y forman parte del entorno común urbano o rural". Algunas de estas son las Azaleas, Gelsemio más conocido como Jazmín de Carolina, Filodendro, la Cicuta, Laurel amarillo, Laurel de flor, Lirio de los valles, Nuez de la india, Nnagalis, Árbol del paraíso (Melia azedarach), Anís estrellado japonés, Indian berry, Heléboro, entre otras.

Además, estas pueden ser tóxicas en su totalidad o por partes, ya que los compuestos dañinos pueden estar en su fruto, su hoja, su tallo, las semillas, etc.

Por ejemplo, la azalea es completamente tóxica al igual que el gelsemio, la cicuta y el laurel de flor. Por su parte, el filodendro lo es por sus hojas y tallos mientras, que el laurel amarillo es peligroso por sus partes aéreas y el de montaña por sus hojas y el néctar que está en la miel.


Ormazabal señala que es relevante aclarar que "una planta tóxica puede contener compuestos dañinos durante todo el año y a lo largo de su ciclo de vida. Es así como una planta tóxica puede ser riesgosa para humanos durante el periodo de floración, cuando tiene frutos o incluso en ausencia de ambos".

De hecho, explica que "hay plantas en que, por ejemplo, sus flores pueden ser más toxicas que sus hojas, o viceversa. También es importante considerar que algunas plantas no florecen, sin embargo siguen siendo tóxicas en otras partes como hojas, tallos, incluso raíces".

¿Cómo se genera una intoxicación?

La misma experta asegura que "la principal forma de intoxicación por plantas es a través de su consumo", ya sea en niños o en adultos.

A modo de ejemplo, indica que un menor se puede comer de forma accidental una flor o los frutos porque "le llamó la atención su color y/o forma".

En el caso de los adultos, establece que también se pueden intoxicar por desconocimiento. Por ejemplo, comenta "que muchas veces se escucha a las personas decir a otros -a modo de recomendación- que se tome una agüita de hierbas para aliviar algún malestar".

Lo anterior, explica, "tiene validez ya que se apoya en el conocimiento ancestral e incluso científico, del uso de hierbas medicinales como ayuda en el tratamiento de enfermedades. No obstante, se podría recurrir a un laurel que está en la casa, pero dice que "tomar una agüita de laurel puede ser tóxico ya que hay distintas especies de laurel, y una de ellas, es el laurel de flor, que es una especie que posee compuestos tóxicos".

La misma especialista también dice que las vías por las cuales las plantas producen efectos adversos en las personas también puede ser a través de la respiración o por vía tópica (por la piel).

En ese sentido, explica que "hay plantas que producen moléculas tóxicas volátiles, es decir, se liberan al aire, y que luego de sentir su olor de forma prolongada y continua, puede causar daño al organismo. Sin embargo, aclara que "estos son casos específicos de plantas y que, si bien esta situación amerita atención y cuidado, se debe evitar ser alarmistas, considerando de algunas de estas plantas son de uso doméstico en Chile".

Marcela Cárcamo, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, explica a Emol que "cada planta tiene sus propios componentes tóxicos, algunas tienen agujas en forma de cristal, otras tienen compuestos tóxicos que al consumirlo produce alteraciones en los diferentes sistemas. Por ejemplo, el gelsemio tiene alcaloides indólicos que alteran el sistema circulatorio, respiratorio y nervioso".

En ese sentido, es importante destacar que cada planta produce diferentes consecuencias para la salud, pero "en términos generales, pero muy importante a considerar", según señala Ormazabal, "es que la magnitud de los efectos tóxicos de las plantas va a depender con la cantidad de planta tóxica ingerida, en el caso que esa sea la vía de ingreso al organismo". Pero también dice que hay otro factor que "va a influir en sus efectos y es la concentración que alcanzan las moléculas tóxicas en el cuerpo".

"Entonces va a depender cómo nuestro cuerpo es capaz de reaccionar a esos tóxicos, su habilidad para depurar o limpiar y metabolizar esos compuestos que fueron ingeridos y ello, finalmente, se va a traducir en una concentración en la sangre. Si el cuerpo puede eliminar fácilmente los elementos tóxicos, quizás la magnitud de las reacciones adversas, es decir la toxicidad, sea de menor gravedad", profundiza.

En esa línea, establece que "por ejemplo, un sujeto joven y sano lo podría eliminar muy rápido, pero una persona mayor, con problemas de salud, podría tener mayor dificultad para eliminar esas sustancias nocivas ingeridas y, probablemente, va a tener una concentración de tóxicos más elevada en su cuerpo, lo que podría producir mayores efectos dañinos".

Además, dice que las consecuencias en la salud también "van a depender de la planta y los compuestos tóxicos que tiene. Porque hay distintos tipos de compuestos dañinos en las plantas tóxicas".

Síntomas y prevención

Con respecto a los efectos que pueden producir en el cuerpo, Cárcamo indica que incluso pueden llegar a ser mortales: "Algunas pueden producir salivación (más de lo habitual), dolor en la zona de la boca, vómitos, diarrea, otras afectan el sistema circulatorio, el sistema nervioso e incluso la muerte", sostiene.

Además, agrega que "pueden producir dolor oral y una inflamación en el área faríngea. Otras pueden producir un efecto en los centros espinales del cerebro y la médula, causando marcada debilidad de los movimientos musculares, confusión de la visión y vértigo.

Ormazabal dice que "el riesgo de muerte por intoxicaciones con este tipo de plantas no es alto, aunque algunas puedan clasificarse con toxicidad medio-alta, en términos generales, ellas no representan un riego letal inminente".

Para prevenir este tipo de situaciones, la académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes dice que "no hay que consumirlas o mantenerlas cercadas, para que el acceso sea más difícil".

Para la especialista de la USS, es fundamental "informarse sobre las plantas que son tóxicas para los humanos y las mascotas, y consultar los profesionales de la salud qué plantas no son aconsejables de tener en el domicilio según los individuos que habitan en ellos".

Cárcamo dice que si una persona consume estas plantas, "debe consultar un centro de información toxicológica. Si hay intoxicación debe vigilar los signos y síntomas de quien consumió las plantas. Si los síntomas persisten, debe acudir a un centro asistencial, sobre todo si estos síntomas son de mayor gravedad".

Por último, Ormazabal reflexiona sobre el uso de las cosas naturales, ya que dice que una parte de la población asocia que estas "son siempre buenas, sin embargo, hay que tener atención porque que algo sea natural no significa que sea 100% seguro o inocuo, que no cause algún daño. Aquí tenemos el ejemplo de las plantas con componentes tóxicos", concluye.