Su origen, las diferencias entre el clásico y el catedral, y sus efectos: Radiografía al pisco sour, el cóctel en la palestra

La segunda se refiere a Jorge Valdivia, quien fue detenido en madrugada de este martes luego de que una mujer denunciara haber sido víctima de una agresión sexual.

Con respecto a sus paralelismos, en ambos casos, tanto denunciados como denunciantes se reunieron en un local de comida peruana y bebieron pisco sour antes de que se concretaran los supuestos ilícitos.

En relación al caso de Monsalve, la denunciante señaló que cada uno bebió dos de esos cócteles y luego pidieron un tercero que supuestamente compartieron. Todos habrían sido de tamaño catedral.

En cuanto a lo sucedido con el exseleccionado nacional, tanto él como quien lo denuncia habrían consumido dos pisco sour.

Cabe mencionar que en las dos situaciones, las presuntas víctimas relataron que tras tomar sus respectivos tragos, no recuerdan nada hasta que despertaron al día siguiente: la primera en el hotel donde se alojaba la exautoridad del Gobierno del Presidente Gabriel Boric durante sus actividades en Santiago y la segunda en su departamento.

Origen del pisco sour tradicional y catedral

Pero, ¿dónde surge esta preparación que ha estado en el centro de la polémica? Su origen se remonta al 1 de abril de 1916 en el Morris Bar de Lima (Perú), cuando su dueño, Victor Morris creó la receta inspirada en el whisky sour. Tiempo después, la preparación se popularizó entre el público y en los bares de la ciudad, según consigna el portal de turismo Peru Travel.

Uno de estos lugares fue el Bar Inglés del Gran Hotel Bolívar, ubicado en el centro de Lima, "un punto cultural y de anécdotas interminables" donde décadas más tarde nació el pisco sour catedral. "Existen varias historias, y una de ellas es la de Augusto Wiese, dueño del Gran Hotel Bolívar", sostiene en Peru Travel el barman Roberto Meléndez, uno de los principales referentes del Pisco en Perú.

Este último relata que Wiese, un empresario, siempre acompañaba a su familia a las misas del domingo en la Catedral de Lima. Sin embargo, horas antes de acudir a la iglesia llegaba al Bar Inglés y pedía un pisco sour.

No obstante, según cuenta Meléndez, "en un momento, él solicitó que se le prepare en un vaso más grande, no en las copas tradicionales". El barman accede a su solicitud, y le hace la preparación que llevaba una medida de pisco mayor a la habitual.

"Fueron 6 onzas (180 ml) de pisco puro Quebranta, frente a las 4 onzas (120 ml) en el pisco sour. Fue una preparación de aquel momento, del ingenio que tuvo el barman y del pedido del señor Wiese", explica Meléndez.

De esta manera, y cada vez que llegaba el empresario al Bar Inglés, el barman sabía que iba por un "Pisco Sour Catedral", y con eso se refería al lugar a donde se dirigiría después. Con el transcurso del tiempo, muchos visitantes llegaron a Lima para degustar esta receta "que se servía en una copa del triple de tamaño que la del Pisco Sour".

Respecto a la diferencia entre un pisco sour catedral y uno clásico, Bruno "Dante" Rojas, bartender quien ha trabajado en Backstage Emotions y Red Luxury Bar del Patio Bellavista, la explica a Emol: "La principal es el tamaño, ya que, dependiendo del bar donde se prepare puede ser hasta el doble de un sour normal".

Con respecto a la medida de pisco que tiene cada uno, Rojas indica que es relativa al recinto en donde se prepare. Sin embargo señala que "la receta estandarizada de pisco sour lleva 2 onzas (60 ml) de pisco aunque lo usual es que lleve 3 onzas (90 ml), mientras que el Catedral lleva 6 onzas (180 ml) de pisco".

La receta para ambos pisco sour es la misma. Lo que cambia son la cantidad de ciertos ingredientes. Si se prepara uno clásico, el bartender explica que se necesitará "3 onzas (90 ml) de pisco, 1 onzas (30ml) de jugo de limón, 1 onza (30 ml) de goma o almíbar, una clara de huevo (o una cucharadita de albumina pasteurizada) y 2 a 3 gotas de amargo de angostura". Si se trata de uno catedral, este originalmente lleva "6 onzas de pisco (180 ml), 2½ onzas (75 ml) de jugo de limón, 2½ onzas (75 ml) de goma o almíbar". En cuanto a la clara de huevo, y el amargo de angostura, la cantidad se mantiene.

El barman también comparte cómo es su preparación. "Se mezclan los ingredientes (menos las gotas de angostura) en una coctelera con hielo y se agita por unos 20 segundos antes de servir, sin los hielos (ojalá pasar por un colador fino), en una copa (recomendable que la copa sea enfriada antes) y por último decorar con las 3 gotas de angostura, aunque para una mejor integración y mejor espuma recomiendo primero coctelear una vez los ingredientes sin hielo y después con hielo, lo que se conoce como un Dry Shake o Cocteleado Seco", explica Rojas.

Finalmente, el bartender precisa que un sour clásico equivale a unos 160 ml y uno catedral a 350 ml, "por el hielo derretido al coctelear y cuánto se use de clara de huevo o albúmina".

"El efecto depende de varios factores"

Pese a que es un cóctel muy popular en nuestro país, no hay que dejar de mencionar que consumirlo -como todo tipo del alcohol- genera efectos en el organismo. Javier Bolaño, médico intensivista de la Clínica Indisa, indica que estos "incluyen desinhibición, pérdida de coordinación, reducción en la capacidad de juicio y percepción, y a mayor consumo, puede causar sedación o amnesia temporal".

Sin embargo, las consecuencias que genere en el cuerpo "depende de varios factores como el peso corporal, la edad, el sexo, la velocidad de ingesta, la cantidad de alcohol en la bebida, si la persona ha comido antes, y la tolerancia individual al alcohol", según detalla el especialista.

Bolaño también señala que no existe una cantidad exacta de consumo de pisco sour para que una persona no recuerde absolutamente nada, ya que esto "varía de persona a persona". Sin embargo, aseguró que "consumir grandes cantidades de alcohol en un corto periodo de tiempo puede llevar a un estado conocido como 'apagón alcohólico', donde se pierde la capacidad de formar nuevos recuerdos, incluso si la persona parece estar consciente".

En ese sentido, explica que lo anterior ocurre cuando "el consumo excesivo de alcohol afecta el hipocampo, una región del cerebro crucial para la formación de nuevos recuerdos. Aunque la persona pueda seguir interactuando o hablando, su cerebro no almacena esas experiencias de manera que puedan ser recuperadas más tarde".

Para que se produzca un "apagón alcohólico", el intensivista de la Clínica Indisa establece que "una persona generalmente tiene que consumir una cantidad significativa de alcohol en un corto periodo de tiempo, lo que incrementa rápidamente su nivel de alcohol en la sangre (BAC). Además, factores como la fatiga, deshidratación o el consumo de medicamentos pueden intensificar este efecto".

Por último, el médico entrega algunas recomendaciones para consumir alcohol de forma responsable: tomar de forma moderada y consumirlo lentamente; no beber con el estómago vacío; alternar entre bebidas alcohólicas y agua; evitar mezclar el alcohol con medicamentos o drogas; estar atento a los efectos en el cuerpo y detenerse si se sienten mareos, confusión o pérdida de control.