Con la llegada del verano también comienza la temporada de incendios forestales en distintas regiones del país. Según datos de Conaf, el 64% de los siniestros se generan por acciones negligentes de las personas, de ahí la importancia de tomar conciencia respecto al peligro que revisten ciertas condiciones y saber cómo enfrentarlas.
En ese contexto Cristián Ramírez, doctor en Sostenibilidad y Consultor Senior en Gestión de Riesgos de Mutual de Seguridad, explica que es relevante restringir ciertas actividades que puedan generar fuentes de chispas y, por ende, peligro de incendio. Así sucede, por ejemplo, con las fogatas que se desarrollan en condiciones de altas temperaturas y con amplia cobertura vegetativa.
“Es importante poder limpiar nuestros predios de hojas y vegetación que pueda estar disponible para reducir uno de los elementos del fuego”, explica. También hace énfasis en que los árboles deben ser podados y “manejar con cuidado cualquier otro elemento que pueda propagar un incendio forestal. Poder manejar este tipo de variables”.
En caso de generarse un incendio, agrega, “es importante reconocer cuáles son las zonas de seguridad y hasta dónde debemos dirigirnos cuando la autoridad así lo indique”.
Efectos del humo y cómo cuidar a quienes trabajan al aire libre
Rafael Borgoño, director Médico del Hospital Clínico de Mutual de Seguridad, detalla por su lado los efectos y cuidados que deben tener las personas a la hora de exponerse al humo de un incendio.
Declara que “los principales efectos por la exposición al humo son la irritación ocular, de laringe y bronquial. Los primeros síntomas de alerta que puede tener una persona son ardor, lagrimeo, moquillo o incluso si es una exposición más prolongada o más intensa puede haber tos, espasmos, laríngeos o sensación de ahogo”.
En ese sentido los grupos más vulnerables son adultos mayores, niños, mujeres embarazadas y personas con patologías crónicas.
Con respecto a las medidas que se deben tomar si es que una persona está expuesta al humo de un incendio, el representante de Mutual de Seguridad especifica que lo primero es “observar hacia dónde va el humo, porque probablemente también (es) hacia dónde va avanzando este incendio y tratar de no exponerse por ese lado. También se puede usar algún paño húmedo o un paño mojado para tapar los ojos, la nariz y la boca principalmente, y así evitar irritación. Ojalá estar con alguna polera manga larga y tener la menor cantidad de piel expuesta hacia el humo, ya que muchas veces este humo no solamente viene con gases tóxicos, sino también viene a alta temperatura y eso hace un daño silencioso”.
Tomando en consideración todas las recomendaciones, Cristián Ramírez explica cómo cuidar a las personas que trabajan al aire libre, no solo por el peligro de incendio, sino también de la exposición al sol y altas temperaturas.
“Hay que entender que las altas temperaturas son una condición de bastante riesgo, en el caso más gravoso, puede haber agotamiento o golpe de calor. Por lo tanto, es muy importante reconocer aquellas personas trabajadoras que presentan patologías de base. Puedes reconocer los síntomas para hacer la pesquisa adecuada. También reducir la posibilidad de trabajar en solitario, porque si ocurre algo estamos acompañados de otra persona. Importante es la hidratación. También ojalá pausas cada 45 minutos. Promover estilos de vida saludables en términos de alimentación y reconocer que las temperaturas son una situación que llegó para quedarse”, sentencia.
A continuación puedes revisar una cápsula con consejos de Mutual de Seguridad.