El agua puede ser diversión, pero también peligro: Seis consejos esenciales para cuidar a los niños cerca de piscinas

Supervisión constante: la regla de oro
Nada reemplaza la atención de un adulto. Nunca dejes a los niños solos cerca del agua, ya sea en piscinas, playas, ríos, lagos o incluso acequias. Aunque sepan nadar, un golpe, un calambre o el miedo pueden hacer que no reaccionen correctamente. Tu presencia puede prevenir un accidente en el momento preciso.

Vaciar las piscinas inflables después de usarlas
Las piscinas inflables, aunque parezcan inofensivas, también representan un riesgo. Incluso unos pocos centímetros de agua pueden ser suficientes para que un niño pequeño se ahogue si cae accidentalmente. La recomendación es clara: al terminar de usarlas, vacíalas completamente y guárdalas hasta el próximo uso. De esta manera, eliminas cualquier peligro.

Rejas protectoras alrededor de la piscina:
Una reja alrededor de la piscina no solo es una medida preventiva, es una barrera entre los niños y el peligro. Lo ideal es que esta tenga al menos 1,5 metros de altura, para que los pequeños no puedan treparla. Además, los barrotes deben estar separados por no más de 10 cm, lo que evita que puedan meter la cabeza o el cuerpo entre ellos. Y no olvides que la puerta es clave: debe tener un seguro y estar siempre cerrada. Esto asegura que los niños no puedan abrirla por sí mismos, reduciendo considerablemente los riesgos de accidentes.

Mantén el área despejada
Los alrededores de la piscina deben estar libres de objetos que puedan facilitar un acceso peligroso. No dejes sillas, escaleras o cualquier otro elemento que los niños puedan usar para trepar la reja. Además, evita dejar juguetes o cosas atractivas cerca del agua, ya que esto puede motivarlos a acercarse.

Chalecos salvavidas: la elección más segura
No confíes en flotadores o alitas inflables, ya que estos pueden desinflarse o soltarse fácilmente. Los chalecos salvavidas son la opción más segura para niños y adultos en el agua, pero no todos cumplen con los requisitos necesarios. En Chile, asegúrate de que el chaleco tenga la certificación de la Armada, lo que garantiza que cumple con los estándares de seguridad. También es crucial que el chaleco sea del tamaño correcto: debe ajustarse al peso y altura del niño para que funcione adecuadamente.

Además, utiliza siempre todos los broches para que quede firme pero cómodo. Si es para niños pequeños, busca modelos que incluyan un soporte en el cuello, diseñado para mantener la cabeza fuera del agua, y una correa entre las piernas que evite que el chaleco se deslice. Por último, opta por chalecos de colores llamativos: no solo ayudan a localizar al niño rápidamente en el agua, sino que también facilitan su visibilidad desde lejos, especialmente en situaciones de emergencia.

Aprende reanimación cardiopulmonar (RCP)
Saber qué hacer en una emergencia puede salvar vidas. En caso de asfixia por inmersión, los primeros minutos son decisivos. Realizar RCP de manera correcta mientras llega la ayuda médica puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Por eso, tomar un curso de reanimación es una medida preventiva invaluable que toda familia debería considerar.