Parches curita: son útiles para cubrir heridas pequeñas.
Apósitos: material curativo que se aplica sobre una herida o lesión.
Gasas estériles: para presionar heridas en caso de sangrado.
Tela adhesiva de papel antialergénica: se utiliza para fijar apósitos y otros insumos médicos a la piel.
Vendas de gasa y elástica: sirve para contusiones y esguinces.
Suero fisiológico: se usa para lavado de heridas y quemaduras para prevenir infecciones.
Alcohol a 70°: para desinfectar las manos si se quiere hacer algún tipo de procedimiento.
Guantes estériles: para hacer las curaciones.
Analgésicos y antipiréticos: para manejar la fiebre o el dolor, tales como ibuprofeno o paracetamol.
Antihistamínico: en el caso de alguna picadura de insecto con inflamación o una reacción alérgica.
Antiemético: medicamento utilizado en caso de vómitos.
Sales de rehidratación: vienen en sobres y se disuelven en agua con el fin de rehidratar en caso de diarrea o vómitos.
Probióticos: ayuda a reducir la duración de la diarrea.
Pinzas: en el caso que haya algún objeto que esté incrustado, por ejemplo, una espina, se utiliza para sacar ese material.
Jeringas: para dosificar los medicamentos.
Tijera: para cortar la ropa y así ver y evaluar la situación o para cortar otros insumos de curación.
Termómetro: en los pacientes pediátricos es fundamental conocer la temperatura para poder administrar un antipirético (fármaco para disminuir la fiebre).
Repelente de insectos: es bueno comprarlo en los lugares de destino porque van a vender el que sea adecuado a ese lugar.
Palitos de helado: permiten entablillar dedos o áreas pequeñas.